¿Puede alguien realmente ser adicto a los videojuegos? La Organización Mundial de la Salud piensa que sí, pero algunos expertos en salud mental no están de acuerdo.
La Organización Mundial de la Salud clasificó el lunes el “trastorno del juego” como una condición diagnosticable, que brinda a los profesionales de salud mental una base para establecer el tratamiento e identificar los riesgos del comportamiento adictivo. Pero es una postura impugnada por algunos profesionales de la salud mental.
“Hubo una preocupación bastante generalizada de que este es un diagnóstico que realmente no tiene una base de investigación muy sólida”, dijo Christopher Ferguson, psicólogo e investigador de medios en la Universidad Stetson en DeLand, Fla. El lunes.
La Asociación Estadounidense de Psiquiatría mantuvo su posición anterior de que no había “evidencia suficiente” para considerar la adicción a los juegos como un “trastorno mental único”. También lo hizo The Society for Media Psychology and Technology, una división de la Asociación Estadounidense de Psicología, que a principios de este año emitió una declaración de política expresando su preocupación por la propuesta de la OMS, diciendo que “la base de investigación actual no es suficiente para este trastorno”.
El desacuerdo arroja un velo de confusión sobre cómo abordar un comportamiento asociado con algunas muertes en las últimas dos décadas y cuando los padres lidian con la creciente popularidad de los juegos en línea.
La OMS, con sede en Ginebra, dijo que incluirá el “trastorno de los juegos” en la 11ª edición de su Clasificación Internacional de Enfermedades, que se realizará este mes y que es utilizada por profesionales de todo el mundo para diagnosticar y clasificar afecciones. Describirá el desorden como un “control alterado de los juegos, aumentando la prioridad otorgada a los juegos sobre otras actividades en la medida en que los juegos prevalezcan sobre otros intereses y actividades diarias, y la continuación o escalada del juego a pesar de la ocurrencia de consecuencias negativas”.
Pero algunos profesionales de la salud mental han estado luchando contra esta clasificación, preocupados de que se base más en preocupaciones morales que en la ciencia.
Los síntomas no son claros y no hay un tratamiento designado para el diagnóstico de la OMS, dijo Ferguson.
El diagnóstico de “desorden de juego” de la OMS se aplicaría a los jugadores con conexiones fracturadas con amigos y familiares y que muestran problemas académicos e indiferencia hacia áreas de la vida fuera de los juegos durante al menos 12 meses.
