Existen juegos que uno no sabe como, ni por que resultan populares, a pesar de sus premisas tan extrañas. Un ejemplo de esos títulos es Katamary Damacy, de los juegos que he tenido el placer de jugar es uno de esos, tanto por su jugabilidad como por su rarísima historia. En su momento no había tenido el chance de poder jugarlo, pero sí había escuchado que era muy divertido, pues ya se por que.
El primer Katamari Damacy, fue lanzado en 2004 para PS2 y a pesar de lo que se podría pensar, el juego tuvo tanto éxito que le valió para varias secuelas. Ahora en 2020, nos llega a PS4, el remaster del primer juego, Katamari Damacy Reroll que fue lanzado en Switch en 2018. Como todos los remasters, trae mejoras gráficas y poco más, pero no se por que el juego resulta muy divertido.
Demuestra tu valor, joven príncipe
La historia de Katamari Damacy Reroll, sigue siendo la misma de la versión original. Somos un príncipe, que debemos, por culpa de nuestro padre el Rey del Cosmos, reconstruir las estrellas y constelaciones conocidas del universo. La verdad que argumentalmente no es un best-seller, pero resulta de lo mas curiosa. Puede parecer muy básica, pero tiene un buen mensaje detrás.
Los personajes, despliegan un carisma único como su premisa. Además tiene un humor absurdo y surrealista, al igual que las muchas situaciones de la propia historia. El que más habla es el propio Rey, quien tiene unos diálogos muy locos con su hijo, el príncipe. Sí, es un humor muy de nicho, pero el que sepa apreciar este tipo de cosas les va a encantar.
Rueda, pega y crece
Pasamos a la piedra angular del título, su jugabilidad, pues como ya muchos sabemos es simple pero interesante. Para empezar, nos colocan en unos niveles, que pueden ser una casa, un lago, un patio, un ático etc, el objetivo es recolectar mediante unas bolas mágicas llamadas Katamari, recolectar cuanto objeto esté a nuestro paso con tal de hacer crecer nuestra bola.
Mientras mas niveles superemos, mas grande debemos hacer la bola. Y aquí es donde está lo interesante, para empezar la bola solo pega objetos que tengan un tamaño menor al de esta. Si intentamos coger algo que sea más grande, chocaremos y perderemos parte de nuestro botín. Para todo lo anterior, tenemos un tiempo limitado, suficiente para llegar al tamaño que se nos pide y de paso dar la milla extra.
Los controles así como son de sencillos, nos va a costar dominarlos, pero eso es parte del encanto del juego. Es casi lo que un escarabajo pelotero siente, al mover su bola. Utilizamos ambos analógicos para avanzar, ambas palancas hacia adelante nos hará ir en esa dirección, lo contrario para atrás. En principio nos v a costar acostumbrarnos, por las diferentes combinaciones de movimientos, pero una vez le tomemos el truco será pan comido.
De los objetos que se pueden recolectar, están todos los que podemos ver, claro, siempre que el tamaño de nuestra bola lo permita. Desde objetos pequeños como chinchetas, lapices, golosinas, hasta otros medianos como vasos, cuchillos, zapatos, juguetes; y pasando por otros mas grandes, como gatos, perros, personas incluso. La dificultad radica, básicamente en encontrar la mejor ruta que no nos lleve a objetos grandes que nos hagan perder parte de lo recolectado.
Scratchhhh
Su apartado audiovisual, es una de cal y otra de arena. Por un lado la de cal es su apartado gráfico, que solo tiene una leve mejora, reduciendo los dientes de sierra de la versión de PS2 y adaptando la pantalla al HD. No hablo de su estructura, que no busca ser un portento de realismo, más bien en consonancia con lo surrealista de la obra general.
La de arena, es su apartado sonoro que nos deja con una recopilación de canciones igual de locas y curiosamente pegajosas. El juego tiene doblaje japonés para algunos personajes, sin embargo, para el Rey del Cosmos suena una especie de scratch cuando habla, lo que le da un toque de personalidad.
Veredicto
Katamari Damacy Reroll es otra oportunidad de probar un juego tan loco y surrealista como solo los japoneses saben hacer. Con unas mecánicas simples y particulares estaremos un buen rato recolectando objetos de toda clase para nuestro padre, el rey del Cosmos sin aburrirnos. Posee un apartado gráfico sencillo y adaptado a la era HD, y una banda sonora pegadiza. Fuera de eso para ser un remaster, tiene poco contenido nuevo.
Nota: Este review fue realizado en PS4, gracias a la copia cedida por Bandai Namco.