Otro nuevo día donde sale el sol en el horizonte de una de las propiedades intelectuales más grandes y exitosas de la Ubisoft actual.
Junto con titanes como Assassin’s Creed, Rainbow Six Siege lleva casi 9 años ofreciendo niveles de desafío sin paralelos a los entusiastas de los juegos tácticos y disparos en primera persona.
Cada nueva temporada busca ofrecer ideas frescas y rejuvenecer a un video juego que ha visto altibajos en circunstancias que, más a menudo que no, se muestran poco favorables.
Un juego nicho con una curva de aprendizaje extremadamente empinada…
Que, sin embargo, se mantiene evolucionando y creando una infinidad de nuevas interacciones con cada dispositivo secundario, personaje, buff, nerf, o cambio de mecánica en general.
No obstante, la tercera temporada es una que ya hace tiempo, desde que se anunció la programación de actualizaciones para el año 2023, se mantuvo humilde a nivel de promesas y le abre lugar a los desarrolladores para rutear sus recursos a la calidad de vida en general del juego y a problemáticas generales que pudiésemos estar encontrando en la actualidad.
Sin más preámbulo, hablemos de la nueva operadora que muchos amarán, y muchos odiarán…
Hablamos de Ram. Una operadora de proveniencia coreana que cae en la cateroría de atacante híbrido o mixto.
Con un dispositivo principal que a simple vista parecería bastante simple y al grano, pero ramifica en aplicaciones que pueden habilitar jugadas agresivas de ataque anteriormente imposibles.
El BU-GI es una especie de dron tamaño jumbo con una dinámica simplificada de los drones explosivos de Flores.
El mismo, se instala en el suelo y se activa para que empiece a moverse en dirección exclusivamente frontal y sin posibilidad de cambiar de dirección o interactuar nuevamente con el jugador.
Un dispositivo que bien podría llamarse un sexto jugador.
Similar a las habilidades de Osa y Mira; el BU-GI trae un tubo de aire a presión que puede dispararse como forma de detención deliberada.
Particularidad que hace obvio que el dron es anti balas, pero susceptible a explosivos.
La diversión empieza en el momento que el dron empieza a demoler sin discriminación a todas las superficies suaves y destructibles que tenga en el camino.
Ya sean suelos, paredes suaves, o dispositivos enemigos y amistosos.
Mientras hace su trabajo, BU-GI hace una cantidad de ruido que enmascara por completo sonidos de otros jugadores moviéndose en los alrededores; lo cual inhabilita casi por completo la percepción acústica de los defensores, inclusive con un piso de por medio.
Naturalmente, una de las habilidades principales del dron, paralelo a destrucción de paredes y decibeles elevados; es la habilidad de demoler un piso suave por si solo mientras el jugador se enfoca en atacar y buscar objetivos rastreando las brechas casi a tiempo real.
Y hablando de enfocarse en atacar…
Con armadura 3 y velocidad 1, Ram no es el tipo de atacante que inicialmente se identifique con el estereotipo de “fragmentador de entrada” o “primer interactor”.
¡No obstante…!
Llegamos a la parte en la que empezamos a cuestionar ciertas de las decisiones que toma Ubisoft en un determinado momento, que llevan la contraria totalmente a lo que establecieron en el pasado.
Para trasfondo…
Los últimos años de Siege han visto actualizaciones que buscan destruir por completo la jugabilidad donde miembros del equipo se fían al 100% de su habilidad mecánica con las armas de fuego.
Ya sea a base de reducir números en daño, hacer los retrocesos de las armas automáticas más agresivos, quitar dispositivos secundarios que resulten opresores, o remover miras de enfoque; operadores como Ash, Zofia, Sledge, Buck e Iana han visto casi tantos nerfeos como Brigitte de Overwatch.
Todo ha surgido como una señal de resistencia ante una cultura de jugabilidad hiper mecánica donde los jugadores hacían poco a ningún uso de los elementos estratégicos del juego.
Este estilo de juego fue toda una tendencia por su propio mérito.
Cosa que sería comprensible en juegos como Call Of Duty, Counter Strike, Valorant u Overwatch; no necesariamente son intuitivas del todo en un juego tan milimétrico y extenso como Rainbow Six Siege.
No obstante, super estrellas del eSport como “Pengu”, “SpoiT” y “Beaulo” crearon iglesias enteras de seguidores que buscaban emular sus habilidades mecánicas sobrehumanas.
Esto causa como consecuencia toda una generación de jugadores que llegaban a liga diamante exclusivamente en base a sus habilidades mecánicas, sin tener un conocimiento de la parafernalia del juego particularmente admirable.
Lo cual nos lleva a…
El hecho de que Ram, de entre todas las armas que pudieron haberle suministrado para su arsenal, le ha tocado nada más y nada menos que la R4-C con miras de enfoque x1.5 y x2.0.
Una de las armas más infames y sobre potenciadas del juego, que ha visto reducciones inmensurables de todos los sabores, colores, formas y tamaños; y que no han logrado desprender de la preferencia de los atacantes agresivos.
El arma en aislamiento no es una opción terrible para un potencial nuevo atacante.
No obstante, en el momento que empezamos a caer en cuenta lo que puede hacer un operador con uno de los mejores rifles automáticos del juego a la par con un dispositivo de disrupción sensorial total; la historia es otra.
En conclusión…
Ram se posiciona como candidata a ser uno de los operadores más baneados de la temporada, y el favorito de los jugadores con habilidades mecánicas a nivel.
Si bien resulta controversial la manera en la que la operadora fue construida, abre un nuevo diapasón de habilidades interesantes e interacciones que pueden llevar el juego en direcciones interesantes.
Anticipamos uno que otro ajuste en las actualizaciones futuras única y exclusivamente por los números que esta nueva propuesta tiene potencial de ofrecer.
Estas impresiones fueron posibles gracias al acceso temprano cortesía de Ubisoft.