Impresiones de la 4ta temporada de Overwatch 2

Aquí vamos de nuevo...!

A 6 meses del relanzamiento del eSport que ha sido un festival de sentimientos encontrados en todo el sentido de la palabra; ya vamos por la 4ta temporada, y un 4to nuevo personaje en menos de 6 meses.

Muchísimo más que lo que se obtuvo de los últimos 2 años de servicio en Overwatch 1.

Fuimos invitados por Blizzard a formar parte del servidor de prueba cerrado, en el que tuvimos acceso a actualizaciones, lo que se viene en un nuevo pase de batalla, y no menos importante; un nuevo personaje. El nuevo soporte, Lifeweaver.

Antes que todo, debemos sentar contexto para las críticas que estaremos haciendo hoy…

En los 6 meses o 4 temporadas que hemos tenido de servicio por parte de Blizzard desde que sucedió el relanzamiento de Overwatch como franquicia, ha habido un holocausto de opiniones y críticas que van desde lo más positivo hasta lo más negativo.

El hecho de que prácticamente tuvimos un equipo de desarrollo casi al 100% nuevo empezando desde el primer recuadro, cuando el equipo anterior no logró encontrarle la vuelta al primer juego en 6 años, puede estarse aproximando a un punto de ebullición.

El entusiasmo por el juego regresó en todo su esplendor en las primeras temporadas de lanzamiento, hasta que una que otra mala decisión empezó a erosionar la calidad de vida del juego de la misma manera que Overwatch 1 se marchitó.

Ya sea el escandaloso precio en efectivo de los nuevos skins en tienda, el vaivén con el sistema de verificación telefónica, o un sistema de matchmaking que busca complacer a todos y obtiene todo lo contrario por resultado; obstáculos que hace tiempo debieron haberse saltado siguen entre nosotros por razones no tan difíciles de explicar.

Haz click aquí para leer nuestro editorial: Overwatch – El cataclísmico desenlace de lo que pudo ser el eSport de la década…

Volvemos a la modalidad de rangos sin restablecimiento

Hace unos meses, durante las primeras temporadas de Overwatch 2, existieron dos medidas en específico con el potencial de destruir todos los males que plagaron a su antecesor.

Una de ellas fue la verificación telefónica para acceso a modo competitivo, lo cual fue recibido de brazos abiertos por una inmensa mayoría.

No obstante, una minoría que usa teléfonos celulares prepagados no pudo activar la verificación en sus cuentas, y buscando complacer a todo el mundo, Blizzard subsistió de la medida.

Esto abrió las compuertas a una nueva generación de “smurfers” que ahora pueden adquirir cuentas nuevas de una manera completamente gratuita para abusar de lobbies de menor rango sin limitación alguna.

La otra medida anulada fue el restablecimiento del rango en cada temporada. Lo cual en esencia nos trae a casi todos a un punto medio de donde terminamos la temporada pasada en un intento por mantener los rangos altos en un modo de exclusividad para aquellos que ponen la sangre, el sudor y las lágrimas.

Sin embargo, esta medida delató el nivel de deficiencia del cual el matchmaker de Overwatch siempre ha sido víctima y punto de crítica.

La diferencia, en esta ocasión, es que la cámara de aislamiento en la que vivían las tropas de jugadores Grandmaster y Top 500 vieron de cerca y por las malas una realidad que nunca quisieron aceptar.

Un matchmaker que, en un intento por complacer a todo el mundo y suministrar esa dosis de dopamina que convierte a Overwatch en un juego tan adictivo, pone jugadores deficientes y casuales en rangos ridículamente altos, y consecuentemente le hace el día una pesadilla a aquellos que en los rangos más altos buscan constantemente empujar el umbral de su desempeño.

Una vez teníamos streamers, creadores de contenido y jugadores Top 500 en proporciones iguales, usando sus sombreros de papel de aluminio y haciendo las mismas acusaciones que la comunidad tiene 7 años haciendo; de alguna manera Blizzard llegó a la conclusión de desistir de la idea.

Un reseteo por temporada de rangos nunca ha sido una idea disfuncional o poco recomenda; sino todo lo contrario.

Ahora… Un reseteo de rangos por temporada, en un sistema que usa un rango interno que nunca se nos ha enseñado, y que busca manipular las partidas en busca de “probabilidades equitativas de victoria”, valiéndose enteramente por números en un juego tan complicado…?

Eso es una receta para desastre, por razones bastante obvias.

Desafortunadamente… Tendremos que pasar por una, quizá más de una temporada sin que los rangos reseteen para presenciar otra gran inflación de los rangos, en donde aquellos que no dan la talla, pero consiguen “carry” o “boosting”, nunca volverán a sus hogares porque siguen siendo parte de esa ecuación que busca que tu win rate sea 50/50 todo el tiempo.

Lo cual nos trae a nuestro nuevo personaje… ¡Lifeweaver!

Normalmente me llena de alegría cada vez que Overwatch anuncia un nuevo personaje tipo “support” que trae consigo profundidad y dimensión.

Como una persona que ha invertido miles de horas en personajes como Ana, Baptiste y Zenyatta; y que más recientemente se enamoró por completo de Kiriko, me auto denomino parte de ese cuadrante de DPS Mains que reconoce que los Supports son mejores DPS con cooldowns chéveres.

Lifeweaver es un personaje que trae rasgos estéticos parecidos a los de Symmetra, y habilidades curativas, de reposicionamiento táctico severo, y ofensivas.

Una habilidad primaria cargable para curar 65 puntos, una especie de sub ametralladora que lanza espinas de rosa, un elevador pétalo, una habilidad salvadora importada directamente desde “Hogwarts Legacy”, y un ultimate que promete dar un giro de 180° a situaciones desfavorables.

Cooldowns que…

Ajenos a mis gustos personales, requieren demasiado de la colaboración de los demás jugadores para obtener el 100% de su provecho.

En un juego donde, desafortunadamente, hay un porcentaje espantosamente alto de situaciones que, si no las tomamos directamente en nuestras manos en primera persona, no hay cabida a conclusiones positivas.

Utilizar el elevador junto a personajes como Cassidy o Soldier 76 con un ultimate al bolsillo puede destruir equipos completos con algo de cooperación y buen timing.

Habilidades como el “life grip” pueden reposicionar drásticamente a compañeros que estén en peligro de ser eliminados, mientras los transporta con invulnerabilidad absoluta.

Nuestro ultimate, conocido como “Tree Of Life”; es un árbol estacionario que cura a todos a su alrededor y suministra una superficie de cobertura natural detrás de la cual nuestros compañeros de daño se pueden esconder por unos segundos.

Habilidades que, en papel, suenan geniales y super efectivas cuando se usan correctamente.

Sin embargo, el hecho de que Lifeweaver tenga tantas limitaciones numéricas en instancias donde nuestro aporte sea asunto de vida o muerte, hace que pierda mucho del atractivo.

Otros soportes como Zen, Ana o Kiriko pueden completamente por si solos cargar partidas cuando los jugadores suministran de la habilidad mecánica y el conocimiento apropiado.

Sin embargo, Lifeweaver necesita estrictamente de un nivel de comunicación y trabajo en equipo que, a toda sinceridad, no existe.

Peor aún… Usar un personaje como este incorrectamente va a ser una de las maneras más sencillas y escandalosas de tirar una partida.

Veo un personaje que será contraintuitivo la gran mayoría de las veces a menos que, forzosamente, nos agrupemos en stacks de varios jugadores; lo cual tiene la mala fama de hacer que las partidas sean inganables gracias a un multiplicador de “MMR Escondido”.

Lo cual me trae a mis palabras finales…

Palabras que vienen de un jugador con las más sinceras intenciones de amar e invertirse en lo que podría ser el mejor eSport de la historia.

Desafortunadamente, la historia es otra y siempre vemos los mismos obstáculos y decisiones cuestionables volver de la tumba sin razón o necesidad. En algunos casos buscando complacer a las personas equivocadas, por las razones equivocadas.

Parte de mi quiere creer que el equipo de desarrollo de Blizzard tiene la mejor de las intenciones en mente, y que no se les está presupuestando debidamente.

Otra parte de mi se rindió ante la idea de que probablemente ya no les importe. Mientras tengamos personas crédulas que paguen 20-35 por skins y no tengan nada mejor que hacer con su tiempo, su trabajo está hecho.

Lifeweaver, por otro tono… Me divirtió bastante durante los días de prueba y, en circunstancias adecuadas, es un nuevo personaje al cual podemos dedicarle tiempo aprendiéndolo a toda profundidad.

La desafortunada realidad es, que este personaje fue confeccionado tomando en cuenta un nivel de calidad de vida, trabajo en equipo y compañerismo que, desafortunadamente, nunca ha existido en Overwatch.

Estas impresiones fueron posibles gracias al acceso exclusivo al servidor de prueba suministrado por Blizzard.

siguenos

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