Un hombre de Iowa, Mitch William Gross, de 34 años, recibió una condena de cuatro meses de prisión por defraudar a su empleador con más de $140,000. El 15 de agosto de 2025, el Departamento de Justicia informó que Gross usó tarjetas de crédito de Ruan Transportation Corporation para comprar cartas Pokémon y videojuegos entre septiembre de 2021 y octubre de 2022.
También deberá pagar $146,590.15 en restitución y cumplir tres años de libertad supervisada.
Gross ocultó las compras falsificando recibos y marcándolas como gastos laborales legítimos. Ruan, una empresa líder en transporte y logística, no tiene relación con Pokémon ni videojuegos. El FBI y la policía de Des Moines investigaron el caso, destacando que el sistema federal no ofrece libertad condicional, lo que asegura que Gross cumpla su pena completa.
El esquema incluyó la compra de tarjetas de regalo prepagadas, cartas Pokémon raras y artículos de gaming, que luego disfrazó como costos operativos. Este caso resalta cómo las colecciones de Pokémon, valoradas por su rareza, han llevado a delitos financieros. La comunidad en redes ha reaccionado con asombro ante la magnitud del fraude.
No es el primer incidente de este tipo. A principios de 2025, un ejecutivo en Singapur fue encarcelado por desviar $500,000 de su empresa para gastar en cartas Pokémon y lujos personales. Estos casos muestran un aumento en el uso de objetos de colección como medio para fraudes, según reportes recientes.
A western Iowa man has been sentenced to federal prison for wire fraud after spending over $140,000 on prepaid gift cards, Pokemon cards, and gaming items. https://t.co/SEiJWRRYaQ
— First Alert 6 (@WOWT6News) August 18, 2025
La condena de Gross envía un mensaje claro contra el mal uso de fondos corporativos. Mientras los coleccionistas de Pokémon crecen, las autoridades refuerzan la vigilancia. El caso sigue generando debate sobre la ética en el mercado de cartas y videojuegos.