Un jurado federal de Estados Unidos ordenó a Google pagar 425 millones de dólares por invadir la privacidad de casi 100 millones de usuarios. La demanda colectiva, resuelta el 3 de septiembre de 2025 en San Francisco, acusó a la compañía de recopilar datos de actividad en apps y web pese a que los usuarios desactivaron la opción de seguimiento en sus cuentas.
Google, que negó las alegaciones, planea apelar la decisión, argumentando que el veredicto malinterpreta el funcionamiento de sus productos.
El caso se centra en la configuración «Web & App Activity», que supuestamente detiene la recopilación de datos cuando se desactiva. Sin embargo, el jurado determinó que Google creó un «tubería oculta» para seguir obteniendo información de apps de terceros como Uber o Instagram, violando leyes de privacidad de California durante ocho años. Esto afectó a usuarios que creían proteger su información personal, generando una multa compensatoria de 4,35 dólares por persona, mucho menor que los 150.000 dólares por violación que buscaban los demandantes.
Google ha enfrentado múltiples demandas por privacidad este año. En febrero, acordó pagar 1.400 millones a Texas por violar leyes estatales similares. En abril, eliminó miles de millones de registros de modo incógnito tras otra demanda. La compañía enfatiza que sus herramientas de privacidad respetan las elecciones de los usuarios, pero críticos señalan que las prácticas persisten para monetizar datos en publicidad.
Google has been ordered to pay $425M for invading users’ privacy
• They continued to collect user data even when tracking was turned off
• Covers 98M users
(via @BBC) pic.twitter.com/1bC77sydiG
— Culture Crave 🍿 (@CultureCrave) September 10, 2025
Esta sentencia establece un precedente importante para la industria tecnológica. Organizaciones como la Electronic Frontier Foundation elogian la decisión por reforzar la accountability corporativa. Google, parte de Alphabet, podría enfrentar más litigios, mientras los usuarios afectados esperan distribución de la compensación. La apelación podría prolongar el caso, pero resalta la creciente escrutinio a gigantes digitales.