La organización de desarrolladores de videojuegos de diferentes países, Game Workers Unite ha iniciado una campaña para que se materialice el despido o renuncia de Bobby Kotick, CEO de Activision Blizzard.
Todo esto responde a la reciente y nada alentadora noticia de que más de 800 empleados perderán su trabajo debido al despido masivo que se está realizando en la compañía. El problema no es tanto los despidos, sino que el mismo Kotick anunció que este 2018 fue un año de beneficios para la empresa. Entonces ¿Donde está el fallo?
A continuación el duro mensaje en la cuenta de Twitter que emitió el colectivo:
Upending 800 workers' lives while raking in millions in bonuses for you and your c-suite buddies isn't leadership, it's theft.
We, the workers of Activision and their friends, have had enough. Join us in saying that it's time to #FireBobbyKotick. ✊🏿✊🏽✊🏾
— Game Workers Unite ✊🏿✊🏽✊🏾 (@GameWorkers) February 13, 2019
“Despedir 800 empleados mientras ganas millones en bonos para tí y tus amiguitos trajeados, no es liderazgo, es robar”
“Nosotros, los empleados de Activision y sus amigos, hemos tenido suficiente. Únete a nosotros para decir que es tiempo de despedir a Bobby Kotick #FireBobbyKotick”
Incluso hacen una comparación de lo que es la codicia con Satoru Iwata, de Nintendo.
“ ¿No están convencidos de que el liderazgo de Kotick sea codicioso y explotador?
Iwata, como CEO de Nintendo, redujo su propia salario en tiempos de problemas para asegurarse de que ningún empleado perdería su trabajo.
¡Y Activision vio ganancias récord este año! No tienen excusa. #FireBobbyKotick”
“Los 800 trabajadores que ayudaron con la comunidad, con el marketing de los videojuegos, con los eSports o con el departamento legal eran, todos ellos, mucho más valiosos que su CEO”, Si tuviéramos que tomar la decisión de despedir a alguien de Activision, elegiríamos a Bobby Kotick siempre. Ha cobrado un mínimo de 30 millones de dólares como principal ejecutivo de Activision, y ese dinero no sale de ninguna parte”.
Es un tema delicado, porque son 800 personas que tendrán que buscar un nuevo empleo, mientras el 2018 fue un año prolífico para Activision Blizzard. Desde un punto de vista humano no es justo.
