El expresidente de Rockstar North y actual director de Build a Rocket Boy, Leslie Benzies, ha señalado a «saboteadores» internos y externos como responsables del desastroso fracaso de MindsEye, según un informe de IGN.
Estas declaraciones llegaron durante una reunión interna con el equipo, en medio de un proceso de despidos que afectaría a unos 300 empleados, incluyendo personal de PlayFusion, estudio adquirido este año.
El juego, estrenado el 10 de junio, ha sido criticado masivamente por sus fallos técnicos, mala jugabilidad e historia pobre, llegando a provocar reembolsos por parte de PlayStation, un movimiento inusual que recuerda al caso Cyberpunk 2077. Con puntuaciones de 38/100 en PC y 28/100 en PS5 en Metacritic, y reseñas «mayormente negativas» en Steam, el estudio publicó una disculpa afirmando estar «comprometido con mejorar la experiencia».
En una entrevista previa, Adam Whiting, director asistente del juego, había destacado el esfuerzo dedicado a MindsEye sobre Everywhere: «Un juego de esta escala requiere muchos artistas, programadores… y mucho cariño«. Sin embargo, Benzies ahora sugiere que factores externos e internos habrían minado el desarrollo.
Build a Rocket Boy afirmó que estos recortes buscan «priorizar actualizaciones para MindsEye y asegurar el éxito futuro del estudio», pero la situación ha generado escepticismo.
La situación refleja los desafíos de Build a Rocket Boy para consolidarse tras la salida de Benzies de Rockstar, donde fue clave en sagas como GTA. Mientras los empleados esperan su destino, la industria cuestiona si el estudio podrá recuperarse de este revés.