Han pasado casi siete años desde el lanzamiento de Final Fantasy XV, el último título de la serie principal que fue bastante divisivo en su momento, pero que no dejó indiferente a nadie. Square Enix, entre lanzamientos de otros títulos, otro Final Fantasy VII y lanzamientos Third Parties, nos trae Final Fantasy XVI la última entrega numerada que pretende ser un punto de inflexión en la serie RPG que todos amamos.
Lo primero que notamos es que tiene una de las tramas más oscuras, maduras y violentas de FF alguno, tanto que es comparada y tiene ciertas referencias a Juego de Tronos. En ella seguimos la historia de Clive Rosfield, un joven hijo del Rey del Ducado de Rosaria, una nación que se encuentra en la parte más occidental del mundo de Valisthea. Es un mundo en el que sus habitantes viven al rededor de los llamados Cristales Madre, unas montañas con propiedades mágicas con las que las naciones se desarrollan y por las cuales se han desatado guerras que parecen no tener fin.
Clive, por una serie de situaciones, cea en desgracia y se ve obligado a vivir como un delinciente común. Es una historia atrapante, llena de giros en la trama y en la que siempre habrá espacio para las sorpresas. Aunado a esto, tenemos sus sistema de batalla en el que se apuesta por la acción directa, recordando a títulos como Devil May Cry, NieR y Bayonetta. Está será sin duda, la parte dle juego que mas pasiones levantará, donde unos defenderán las nuevas mecánicas y otros echarán en falta la parte rolera más tradicional de la serie.
El juego cuenta con uno de los mejores apartados gráficos de la actual generación, donde casi no se distingue entre secuencias CGI o las del propio motor del juego. También cuenta con una de las bandas sonoras más sublimes de la serie, bajo la dirección del compositor Masayoshi Soken.
Final Fantasy XVI ya está disponible como exclusivo de PS5. Pueden leer nuestro review en este enlace.
