Según filtraciones recientes, el nuevo control DualSense V3 para PS5 incluiría por primera vez una batería extraíble, una característica que la marca había evitado durante generaciones.
El lanzamiento está previsto para noviembre, coincidiendo con la llegada de la PS5 Pro, y todo apunta a que este nuevo modelo reemplazará progresivamente a los actuales en tiendas.
La decisión no parece motivada por innovación, sino por obligación. Una nueva normativa de la Unión Europea, que entrará en vigor en 2027, exigirá que todos los dispositivos con baterías portátiles, incluidos los controles de consola, permitan su reemplazo por el usuario, sin herramientas especializadas ni procedimientos complejos. Sony, que quiere seguir vendiendo en Europa, se ve forzada a rediseñar su hardware para cumplir con la ley.
El medio polaco PPE, que ya ha acertado filtraciones anteriores, asegura que el DualSense V3 permitirá cambiar la batería fácilmente cuando pierda rendimiento, evitando que los jugadores tengan que comprar un control nuevo o recurrir a accesorios externos.
Cuando las leyes obligan, la innovación deja de ser elección. Y el DualSense V3 no es solo un nuevo control, es una forma de que los usuarios puedan tener más acceso a sus productos.