Epic Games finalmente respondió a las crecientes críticas sobre el rendimiento de los juegos desarrollados con Unreal Engine 5, y su CEO Tim Sweeney no se guardó nada: según él, la culpa no es del motor, sino de los estudios que priorizan el hardware de gama alta y dejan la optimización para el final.
Durante una entrevista en Unreal Fest Corea, Sweeney explicó que muchos equipos comienzan desarrollando para PC y consolas potentes, ignorando las pruebas en hardware más modesto hasta las últimas etapas.
“El problema es el orden del desarrollo”, afirmó. Esto explicaría por qué títulos como Metal Gear Solid Delta y Mafia: The Old Country tienen problemas de rendimiento incluso en tarjetas gráficas como la RTX 4070. Aun así, Metal Gear anda peor en PS5 Pro, que tiene un hardware más potente, que en el PS5 base.
La comunidad no tardó en reaccionar. Algunos ven las declaraciones como una forma de Epic de lavarse las manos, mientras otros coinciden en que los estudios deben asumir más responsabilidad técnica. Sweeney también prometió mejoras, más herramientas de optimización automática y más formación para que “optimizar desde el principio sea la norma”.
Mientras Fortnite y Valorant funcionan sin problemas, otros juegos hechos 100 % en UE5 siguen sufriendo. Y en medio del debate, Epic afirma que el motor no falla, lo que falla es cómo lo usan.