Bethesda defiende su decisión de incluir deliberadamente vastos planetas vacíos en Starfield, insistiendo en que todo es parte del diseño. El efecto buscado es hacer que el jugador aprecie la inmensidad de la galaxia en la que se encuentra y experimente la soledad del espacio, y según el director gerente Ashley Cheng, no es aburrido, en serio.
En una entrevista para el New York Times, según Cheng, los desarrolladores abordaron el universo de Starfield con la creencia de que “no todos los planetas deben ser como Disney World”. Esto es una característica, no un error, cuando se trata del intento de Starfield de sumergirse en su representación idealizada de viajar por el vasto cosmos.
Cheng también mencionó las influencias de ciencia ficción más realistas del juego, que buscan agregar más realismo y un sentido más profundo de lugar en el universo en comparación con las aventuras de ciencia ficción típicas.
Cheng explicó que el propósito de la inmensidad del espacio es hacer que el jugador se sienta pequeño y abrumado, en lugar de aburrido. Hizo una comparación con los astronautas que fueron a la luna, donde no había nada más que vacío. No se aburrieron, sino que quedaron cautivados por la experiencia. Este sentido de asombro y maravilla es lo que Bethesda busca evocar en Starfield.
El director Todd Howard respaldó esta aproximación, afirmando que tener un número menor de planetas densamente poblados habría sacrificado la sensación de exploración y descubrimiento que Starfield pretende ofrecer. Al incorporar momentos de soledad y aislamiento, el juego crea un contraste que hace que los momentos de descubrimiento sean aún más impactantes.