Echoes of the End Review

Ya no es tan raro ver estudios pequeños intentar hacerse un hueco en la industria y ofrecer juegos basados en el folklore de sus países de origen con alguna que otra inspiración de títulos más reconocidos. Es el caso de Myrkur Games, un estudio pequeño con sede en Islandia que nos trae a Echoes of the End. Este juego apuesta por la acción, resolución de acertijos ambientales y una narrativa que se construye a medida que avanzamos en la aventura.

Lo que una vez fue, no será

Nos encontramos en la piel de Ryn, una joven que es lo que se llama en este mundo un Vestigio. Son seres con un poder mágico que puede ser tanto de beneficio como peligroso y son usados por las naciones para sus propios fines. En una misión de patrullaje junto con su hermano Cor, Ryn se ve obligada a rescatar a este de las garras de un ejército rival que quiere desatar una guerra. Más adelante, Ryn se encuentra Abram, un sabio que junto a ella intentarán revelar un complot que busca llevar a este mundo a la guerra. 

Este mundo es llamado Aema, y además de estar fuertemente inspirado por los paisajes de Islandia, está ubicado en una época medieval con cierta tecnología mágica. Cuenta con una trama, mucho más profunda de lo que aparenta en un primer momento. Esto lo iremos descubriendo por medio de objetos y coleccionables que encontramos por el camino. Si nos damps el tiempo de hacerlo, veremos que cuenta con un lore rico en información.

La narrativa se construye mediante los diálogos que tenemos con los personajes que nos acompañan. Casi siempre, Ryn estará acompañada de alguien y a través de las conversaciones es como nos enteramos de lo que va pasando. Sin embargo, la poca interacción con otros personajes, apenas tiene relevancia en lo que sucede y la historia general del juego.

El juego toca temas como el deber, la rebeldía, confianza y autodescubrimiento a lo largo de 10 capítulos. En esta parte no me quejo, pero por alguna razón, Rn tiene una actitud bastante edgy que a mi me costó empatizar con ella. Aunque, no deja de haber personajes memorables como el propio Abram.

Mejor me abro camino

Como ya mencioné, el juego es una aventura de acción en tercera persona con resolución de acertijos. La mayor parte del tiempo nos encontraremos caminando de un sitio a otro por caminos bastante lineales. De vez en cuando, podemos desviarnos para encontrar cofres con coleccionables pero todos los caminos conducen al mismo punto. Lo interesante aquí es esos impresionantes paisajes que nos regalan de localizaciones del juego. Eso sin contar con los puzzles que aparecen por el camino.

Por el camino, tendremos combates con enemigos que a decir verdad, me parecieron bastante toscos y poco pulidos. Podemos atacar con un ataque básico (el cual es el que siempre utilizaremos), uso de magias, esquivas y bloqueos. Pero no destaca ni en lo uno ni lo otro. Básicamente, esperamos que nos ataquen para saber si se puede bloquear o esquivar, atacamos, utilizamos la magia y esperamos a que mueran rápido.

Muchas veces esquivar no siempre evita el daño, y de no ser porque el compañero distrae al enemigo, las contiendas duran más de lo que deberían. Los jefes, tampoco destacan por sus patrones interesantes. Estos pegan más duro y aguantan más golpes pero poco más. Se quiso dar algo de variedad al introducir un sistema de habilidades que se adquieren con experiencia. Pero en honor a la verdad, no es tan gratificante como se espera de un juego hoy día.

Al menos se salvan los acertijos ambientales que encontramos a lo largo del camino. A nivel de diseño, estos se ajustan a las capacidades mágicas de Ryn y a medida que obtenemos nuevas habilidades, estas pasarán a formar parte de la resolución de los mismos. No son muy elaborados, y apenas nos atascaremos, pero son divertidos de resolver. A veces, el juego tiene algo de plataformeo, que no es que aporte mucho tampoco, pero ahí están.

Paisajes por doquier, pero con el mismo problema de siempre

Con el apartado gráfico tengo sensaciones mixtas. Si bien es cierto que el juego nos entrega unos gráficos con un toque realista, buena iluminación y reacciones faciales convincentes, el juego adolece de algunos fallos. Claro, esos paisajes se ven impresionantes a la distancia, pero el Unreal Engine 5, vuelve a hacer de las suyas con bajas de frames, el omnipresente efecto blur del conjunto y otros detalles menores.

La banda sonora es lo que se puede esperar de un juego de estas características: temas de corte épico medieval que resaltan cada situación que presenciaremos en el juego, realmente tiene algunas piezas dignas de elogio. Las actuaciones de voz cumplen, pero sin destacar demasiado.

Veredicto

Echoes of the End es una propuesta con ideas interesantes que destaca en algunos puntos y en otros se estrella estrepitosamente. Su narrativa consigue mantener la atención del jugador con una historia con trasfondo profundo. En lo jugable, el título destaca más por sus acertijos ambientales y escenarios que por sus combates, los cuales resultan toscos, sin pulido y poco inspirados, incluso en los enfrentamientos contra jefes. Aunque el sistema de habilidades intenta añadir variedad, carece del atractivo suficiente para mantener el interés de cada batalla. El apartado audiovisual deja una impresión mixta: por un lado, paisajes bellísimos y una banda sonora épica; por el otro, problemas técnicos derivados del motor gráfico Unreal Engine 5 y algunas inconsistencias en el rendimiento.

Nota: Este review fue realizado en PS5 y el código fue cedido gracias a Plaion.

siguenos

222,156FansMe gusta
48,008SeguidoresSeguir
3,726SeguidoresSeguir
4,058SuscriptoresSuscribirte

APROVECHA ESTAS OFERTAS

DESTACADAS

SUMARIO

En resumen, Echoes of the End es un juego con buenas intenciones, pero que no logra brillar en sus apartados clave como el combate. Aunque visualmente pueda entrar por los ojos y cuenta con ideas atractivas, el juego rápidamente se desinfla por mecánicas poco pulidas y sistema de combate tosco.

relacionado

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí