El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado su intención de imponer un arancel del 100% a todas las películas producidas fuera del territorio estadounidense, argumentando que la producción cinematográfica en el extranjero representa una «amenaza a la seguridad nacional».
Este anuncio se realizó a través de una publicación en redes sociales, donde Trump expresó su preocupación por el declive de la industria cinematográfica estadounidense y la atracción de cineastas y estudios hacia otros países debido a incentivos económicos.
Trump justifica su decisión como una medida para combatir lo que considera un esfuerzo concertado de otras naciones para perjudicar a la industria cinematográfica estadounidense, calificándolo de «mensajería y propaganda». Ha autorizado al Departamento de Comercio y al Representante Comercial de los Estados Unidos a iniciar inmediatamente el proceso de implementación de este arancel.
Donald Trump claims he is placing a 100% tariff on all films produced outside of America that are brought into the country.
“Any and all movies coming into our country that are produced in Foreign Lands. WE WANT MOVIES MADE IN AMERICA, AGAIN!” pic.twitter.com/EsQ9Pe5T2T
— DiscussingFilm (@DiscussingFilm) May 4, 2025
The White House says “no final decisions on foreign film tariffs have been made.”
“Although no final decisions on foreign film tariffs have been made, the Administration is exploring all options to deliver on President Trump’s directive to safeguard our country’s national and… pic.twitter.com/hEtjw3fdRp
— DiscussingFilm (@DiscussingFilm) May 5, 2025
Sin embargo, la implementación práctica de este arancel plantea numerosas interrogantes. No está claro qué producciones se verían afectadas específicamente, ni cómo se manejarían los incentivos fiscales que ofrecen otros países para atraer producciones extranjeras.
Además, muchas películas se filman en el extranjero debido a la necesidad de locaciones exóticas o específicas, lo que complica aún más la aplicación de este arancel. El impacto en franquicias de acción internacionales como James Bond o Misión Imposible, o en producciones como la próxima película de F1, filmada en circuitos de carreras fuera de los Estados Unidos, es incierto.
Otras preguntas sin respuesta incluyen el tratamiento de películas actualmente en producción o ya finalizadas, la exclusión de producciones televisivas del arancel y las posibles represalias de otros países que podrían afectar a las películas estadounidenses en el mercado internacional. La medida ha causado gran incertidumbre en la industria del cine.
Aunque el último comunicado de la Casa Blanca dice que aún están evaluando la situación y no han tomado una decisión final.