Lo que prometía ser el renacimiento visual de una franquicia de culto terminó en otro descalabro financiero para Disney. TRON: Ares, tercera entrega de la saga iniciada en 1982, apenas ha recaudado 103 millones de dólares en todo el mundo, frente a un presupuesto que se disparó hasta los 220 millones, según fuentes de Deadline. La proyección final de taquilla ronda los 160 millones, lo que dejaría a la compañía con pérdidas cercanas a los 132 millones de dólares.
La película, protagonizada por Jared Leto, no logró conectar ni con la crítica ni con el público masivo, a pesar de contar con una aceptación del 86% en Rotten Tomatoes y una nota media de 6,3 en FilmAffinity. El problema no es nuevo: ni TRON (1982) ni TRON: Legacy (2010) fueron éxitos comerciales, aunque con el tiempo se ganaron el estatus de clásicos visuales. Ares intentó romper esa maldición, pero terminó confirmándola.
Disney, que este año ya ha encadenado fracasos con Blancanieves y Elio, parece haber olvidado que no todo lo que brilla en CGI se convierte en oro. Y Jared Leto, lejos de ser garantía de taquilla, suma otro tropiezo tras Morbius y Escuadrón Suicida.
TRON: Ares luce bien, pero eso no es suficiente para pagar la inversión, y Disney, una vez más, descubre que la nostalgia no es sinónimo de ganancia.