Dan Houser, cofundador de Rockstar y arquitecto narrativo de Grand Theft Auto, ha dejado claro que la saga está irremediablemente ligada a Estados Unidos.
En una entrevista reciente, Houser explicó que nunca hubo planes reales para llevar GTA a Londres en su versión 3D, porque el ADN de la franquicia está tejido con los excesos, contradicciones y violencia de la cultura estadounidense. “Necesitabas armas, necesitabas estos personajes más grandes que la vida”, afirmó, dejando claro que el caos urbano de GTA solo funciona en el contexto norteamericano.
Aunque las primeras entregas de la saga exploraron ciudades británicas, Houser considera que el salto al 3D exigía una narrativa más visceral, más cargada de crítica social y más dependiente del imaginario estadounidense. “La serie es inherentemente americana”, sentenció, reconociendo que el humor, la sátira y la estructura de poder que GTA parodia no se traducen igual fuera de ese entorno. Para él, cambiar de país sería como cambiar de género, es posible, pero traicionaría la esencia.
Estas declaraciones llegan en un momento en que los fans especulan sobre el futuro de la franquicia, especialmente con GTA VI en camino. Algunos soñaban con una expansión global, con ciudades como Tokio, Berlín o Río de Janeiro como nuevos escenarios. Pero Houser ha cerrado esa puerta con firmeza, recordando que GTA no es solo crimen y coches, es una radiografía brutal de Estados Unidos. Grand Theft Auto no es un juego sobre ciudades, es un juego sobre una cultura.
