Daemon X Machina es una hermosa sorpresa. Todos sabemos que crear adecuadamente un juego de acción mechs no es una tarea fácil, por lo que siempre es interesante jugar uno nuevo
Siempre hemos tenido la fantasía de ver un juego con estos enormes robots moviéndose a velocidades extraordinarias, tipo animes como Gundam. Pero siendo un poco objetivos, estos es algo extremadamente difícil de recrear en la vida real, y que, a pesar de todo, Daemon X Machina hace un trabajo extremadamente bien, sobre todo con estas batallas épicas.
Específicamente el combate de Daemon X Machina lo que más emociones me ha proporcionado Daemon X Machina, poniéndome en unos momentos a brincar de la emoción, pero todo lo demás, ronda por lo promedio.
Daemon X Machina sucede en una tierra post-apocalíptica, donde una banda de mercenarios de diferentes organizaciones completan misiones en el Borde Exterior usando trajes mecánicos gigantes conocidos como Arsenales. Es donde, hace muchos años, la humanidad cambió para siempre después de que un trozo de la luna se rompió y chocó con el planeta. Como un mercenario recién incorporado, constantemente mencionado por otros como «el novato», sin importar cuántas misiones peligrosas completes o cuántas veces los venzas en la batalla, te unirás a las hazañas de estos héroes en batallas contra los inmortales, robots masivos que corrompen los drones y tanques creados por humanos.
Salir en estas misiones es una maravilla absoluta y si no has descargado la última demo, te recomiendo que lo hagas antes de tomar una decisión sobre el juego. Las misiones se dividen en un ciclo familiar: aceptas la misión, descubres algunos detalles sobre dónde vas desde Four: tu A.I. compañero – probablemente escuches alguna exposición de historias de los otros mercenarios, y luego despegues hacia tu destino. A menudo puede haber mucho diálogo de personajes antes de que se te permita entrar en el campo de batalla, pero en su mayoría está bien escrito y la actuación de voz hace un trabajo decente, también cada mercenario tiene una personalidad bastante marcada, por lo que de vez en cuando te sentirás conectado con alguno de ellos.
Una vez te encuentres en el campo de batalla, los controles de tu Arsenal se sentirán extremadamente naturales y cómodos. Los controles ZL Y ZR controlan las armas de las manos izquierda y derecha respectivamente, y puedes intercambiarlas sobre la marcha con cualquier arma que hayas llevado de respaldo. También tendrás armas incrustadas sobre tus hombros, entre ellos lanza misiles, pistolas, herramientas que pueden ser tanto ofensivas como defensivas.
Con múltiples armas para coleccionar, es obligatorio disponerse a inventar y a mezclar y combinar para encontrar la combinación correcta para la misión en cuestión.
El movimiento en el campo de batalla es deliciosamente rápido y fluido. Ya sea en el aire o patinando por el suelo, nunca hubo un momento en que no sintiera que tenía el control total de mi mech y una conciencia completa de lo que estaba sucediendo en el campo de batalla. Los robots enemigos pueden moverse a grandes velocidades, pero con el uso adecuado de la funcionalidad de impulso, tú también puedes.
La mayoría de los enemigos que enfrentarás son objetivos fáciles. Los drones y los tanques a menudo no se mueven tan rápido, no hacen mucho daño por sí mismos y no requieren demasiados golpes antes de que acabes con ellos. El verdadero desafío al que estarás sometido proviene de tus compañeros mercenarios. La mayoría de las veces, serás tú y tu escuadrón contra ellos en una pelea de tres contra tres. Como tienen todas las mismas habilidades que tú, aunque con diferentes armas, a menudo tendrás que vencerlos para salir victorioso, y estas batallas si que se pueden sentir bastante intensas y peligrosas, sobretodo si no tienes el equipo necesario. Por lo demás, a menudo puede ser demasiado fácil. En muchos de mis combates, pude eliminar completamente a los arsenales del oponente manteniéndolos a raya con misiles guiados y un poderoso cuerpo a cuerpo.
No todas las misiones en las que te embarcarás valdrán la pena. Comenzar a jugar Daemon X Machina es como comenzar un anime que va a mitad. Hay muchos personajes, con la mayoría de los cuales solo pasarás una cantidad de tiempo fugaz. Si bien eso da la impresión de una vasta red de mercenarios que trabajan juntos en esta región devastada por la guerra, la escasez de muchas caras a lo largo de la campaña nos impide tener una conexión emocional de sus momentos más dramáticos.
Tampoco estaba muy seguro de lo que estaba sucediendo con el resto de la Tierra, ya que la construcción del mundo aquí se mantiene al mínimo. A menudo, se siente como si los escritores estuvieran inventando a medida que avanzaban, manteniendo solo los componentes clave de mercenarios, IA corruptos, Inmortales y Femto, la misteriosa fuente de poder que es clave para el Borde Exterior, como constantes. A partir de aquí, todo esto se siente como que improvisado.
Lo único menos desarrollado que la motivación de mi personaje y la construcción del mundo es el centro de Daemon X Machina. Después de cada misión, te vuelven a tirar a tu centro que también podría ser el centro para cualquier otro mercenario, eso nunca queda claro. En el centro tienes acceso a tu hangar, tus misiones, etc. Todo esto podría haberse manejado de manera más eficiente con un sistema de menú elegante, aunque dado lo poco intuitivos que son algunos de los menús presentes, me pregunto si los desarrolladores habrían podido llevarlo a cabo.
Los gráficos y diseños de los Mech son alucinantes, de verdad que vale la pena sentarse solamente a ver estos diseños. El doblaje de voces es increíble, y la banda sonora me encantó muchísimo, siempre iba a la par con la emoción que vivía en las batallas.
A pesar de todos estos detalles antes mencionados, tuve una experiencia positiva con Daemon X Machina, todo por el sistema de combate el cual es increíble, luego por los gráficos y diseños que hacen un juego bastante destellante y colorido.
Este review fue realizado en Nintendo Switch con una copia del juego proporcionada por Nintendo