En el género de Estrategia en Tiempo Real existen muchas propuestas de estilo medieval, sin embargo, la serie de Paradox Interactive, Crusader Kings, es un plato aparte. Es una serie del mencionado género RTS que tiene como gancho hacer lo que queramos y un fuerte componente histórico. En 2020 se lanzó la tercera entrega ampliando aun mas sus virtudes, y ahora toca el turno Crusader Kings 3: Console Edition para consolas Xbox y PlayStation.
Crusader Kings 3 nos hace seguir tramas individuales e incluso familiares de cada personaje donde las decisiones pueden afectar toda una región. Cuando un juego RTS da el salto a consolas existe una preocupación por como trasladan los controles a plataformas de mesa, pero se las ingeniaron muy bien en ese sentido.
Cambiando el curso de la historia
El juego se desarrolla en un mapa del mundo, compuesto políticamente por ducados, condados y los países que lo comprenden. Su historia empieza a partir 800-1100AD, y elegimos a uno de varios personajes que representan los niveles de dificultad, y nuestro objetivo es construir un reinado de la forma que mejor nos parezca. Esto lo hacemos gestionando las diferentes habilidades que nos otorga el factor azar del juego, haciendo que cada partida no sea la misma.
Las habilidades en cuestión van desde la diplomacia para mediar con palabras; otra es Marcial para las aptitudes bélicas y poder comandar nuestras tropas; sigue Administración para la gestión de nuestros terrenos; Intriga nos proporciona aptitudes para la conspiración y que se puedan cumplir; y Conocimiento que tiene que ver con las creencias religiosas y realizar investigaciones tecnológicas. Tras determinar cómo llevaremos nuestro personaje en su periplo por conquista de reinos, podemos elegir uno de los cinco estilos de vida, que desbloquean ventajas en sus propios árboles de habilidades.
Nuestro posible gobernante posee tres rasgos de personalidad, que van desde calma, generosidad, e impaciencia. También, tenemos facultad de tomar decisiones las cuales influyen en la opinión de los demás personajes en nosotros. Sin embargo, ir en contra de lo que es nuestro personaje le va a causar estrés, este se acumula y puede causar problemas dependiendo de los rasgos clave de nuestro protagonista.
Todos los personajes tienen un número que representa la opinión que tiene cada uno sobre nosotros, estos números pueden ser positivos o negativos. Cada opinión es importante porque con ella podemos ejercer influencia y mantener el orden en nuestras tierras, pudiendo hacerlo nosotros mismos o a través de vasallos.
Ampliando nuestros dominios
Cada gobernante dispone de un número limitado de dominios que pueden controlar directamente. Sin embargo, para expandir más nuestros terrenos debemos conceder títulos a nuestros vasallos, que a su vez, estos tienen sus vasallos propios por debajo de ellos. Además de extender nuestro dominio territorial, también permiten levantar ejércitos más grandes y recibir más impuestos, lo que aumenta nuestro poderío, riquezas e influencias.
Para adquirir más territorios debemos justificar dicha acción, ya sea declarar la guerra, o una guerra santa aprovechando que no siguen nuestro mismo credo. Sin embargo, una guerra santa solo se puede utilizar una vez por generación, por lo que siempre tendremos que buscar una nueva forma de hacerlo. Todo se puede desde robar, reclamar, hacer alianzas, ofrecer vasallaje etc. Algo interesante es que si un territorio reclamado tiene un ducado gobernado por una persona que no es aliada, podemos enviarle una misiva o comitiva para reclamar nuestro derecho a gobernar esas tierras.
Como los años pasan, pesan y pisan, los gobernantes envejecen y mueren. Sin embargo, la muerte no significa el final de la partida, siempre y cuando tengamos herederos disponibles para sucedernos. Predeterminadamente, las leyes sobre herencia del hijo primogénito están por defecto, pero podemos cambiarlas según nos convenga. Esto hace que estemos pendientes de si nuestro heredero esté apto para gobernar, como educarlo para tales fines, evitar que se descarríe y sea la oveja negra.
Console Edition
Como edición de consolas, sorprendentemente, todas esas mecánicas funcionan muy bien con un mando. El gatillo derecho nos abre un menú radial de acceso rápido para el mapa, mientras que el gatillo izquierdo muestra un menú radial para el personaje actual. Navegar por el mapa y menús se hace de manera suave, para las pestañas como militar, consejo e intriga disponibles instantáneamente a través de menús en la parte superior de la pantalla, a las que se accede tocando los gatillos inferiores.
La parte mala, es que el juego tiene mucho texto y mecánicas complejas que no ayudan a los nuevos jugadores. Claro, todo es cuestión de costumbre con prueba y error, pero hay que ver hasta donde está dispuesta la paciencia del neófito. También cuando iniciamos una guerra, es difícil saber quien está ganando la contienda si estamos atendiendo otros asuntos. Es un juego que requiere que el jugador esté muy comprometido a disfrutar el juego, debido a la tanta información que debemos manejar. Los fanáticos de la serie puede que entiendan de que va, pero para alguien nuevo será todo un desafío.
Como nota sobre la versión para este review, se tomó en cuenta los controles adaptativos del DualSense en PS5. El control reacciona a los diferentes niveles de estrés del personaje e incluso a los cambios y decisiones importantes. Crusader Kings III: Console Edition tiene un componente multijugador donde podemos crear partidas, e incluso ser invitados a otra. Claro, debemos tener una cuenta en la página oficial de Paradox Interactive.
Gráficamente el juego tiene un mapa bien detallado con diferentes niveles de zoom, pero por lo general se ve bastante bien. Podemos apreciar como envejece un personaje, e incluso como nuestra descendencia toma rasgos de ambos padres. No se aprecian ralentizaciones ni parones como era habitual en estos juegos, podemos ir a cualquier parte del mapa en tiempo real con buen nivel de detalle. Musicalmente, tiene piezas sublimes de corte medieval que acompañan nuestras partidas.
Veredicto
Crusader Kings 3: Console Edition propone a cualquier jugador llevar su propia historia de reinos y política como mejor crea. Podemos crear intrigas, llevar la bandera de la diplomacia, preparar a nuestro futuro heredero, casarnos varias veces y encarcelar a ese vasallo rebelde. Lo mejor de todo es que se traslada de PC a consolas de manera magistral, lo malo es que es un juego muy complejo y puede abrumar con tantas mecánicas y tareas.
Nota: Este review fue realizado en la versión de PS5 y el código fue cedido gracias a Paradox Interactive.
