Seamus Blackley, figura clave en la creación de la Xbox original, ha expresado su desacuerdo con la estrategia actual de Microsoft de lanzar sus juegos en todas las plataformas. A pesar del anuncio de una nueva consola Xbox, incluso una portátil, con un gran avance tecnológico, Blackley considera que el rendimiento ya no es el factor determinante para los jugadores.
Según Blackley, en la época en que la tecnología gráfica era más limitada, la potencia del hardware era un factor crucial que diferenciaba a las consolas y permitía juegos innovadores. Sin embargo, en la actualidad, las diferencias en rendimiento son mínimas y no influyen en la decisión de compra de los jugadores.
«Tener el hardware más poderoso en ese momento significaba enormes diferencias entre los formatos, y Halo: Combat Evolved no podía ejecutarse en una Dreamcast o PlayStation 2. Hoy, la Xbox Series S y la PlayStation 5 Pro ejecutan los mismos juegos, y las diferencias son principalmente sobre la velocidad de fotogramas y la resolución. Esto no hace que nadie elija una consola en particular» dice Blackley
Blackley argumenta que la clave del éxito de una consola reside en sus juegos exclusivos, no en su potencia. Pone como ejemplo el caso de la Nintendo Switch, que, a pesar de no ser la consola más potente del mercado, ha triunfado gracias a sus títulos exclusivos y su enfoque innovador.
El creador de la Xbox original cree que Microsoft debería replantear su estrategia y enfocarse en ofrecer juegos exclusivos de calidad que atraigan a los jugadores. Considera que la narrativa de «la consola más poderosa» ya no es efectiva y que la compañía debería buscar nuevas formas de destacar en el mercado.
Blackley cree que la clave del éxito reside en los juegos exclusivos, y Microsoft debería replantear su estrategia para enfocarse en ofrecer títulos de calidad que atraigan a los jugadores.