El estudio independiente GROLAF presentó en Steam la demo jugable de Codex Mortis, promocionado como el primer título desarrollado íntegramente con inteligencia artificial.
La propuesta se define como un bullet hell de supervivencia necromántica, donde los jugadores deben reunir “páginas antiguas” mientras enfrentan hordas demoníacas y un jefe inmortal que los persigue. El juego permite mezclar cinco escuelas de magia oscura, crear sinergias devastadoras y levantar ejércitos de no-muertos, ya sea en solitario o en modo cooperativo.
El tráiler y los materiales de prensa no ocultan su origen, desde los gráficos hasta la narrativa, todo fue generado por algoritmos de IA, con las típicas marcas y artefactos visuales que delatan este tipo de procesos. La propia campaña de promoción lo describe como “Vampire Survivors con construcciones al estilo Guild Wars”.
La recepción inicial ha sido polarizada. Para algunos, el uso de IA abre la puerta a que pequeños equipos puedan producir juegos más rápido y con menos recursos. Para otros, la ausencia de “alma” en el resultado refuerza la idea de que el arte necesita la mano humana para trascender.
Con Codex Mortis, la discusión sobre el papel de la inteligencia artificial en la creación de videojuegos entra en una nueva fase.
