City of Brass es un juego en primera persona del genero Rogue-lite, que te pone en la piel de un ladrón (o »El Loco») el cual intenta adquirir un tesoro legendario en el corazón de una ciudad desolada.
El título está inspirado en las Noches árabes, ya que tiene lugar en lo que parece ser una antigua metrópolis persa. La antigua ciudad fue desecha, debido a su amor por el oro y fue enterrada bajo las arenas.
Armados con un látigo y una espada, nos adentramos y abrimos paso a través de legiones de almas malditas que persiguen el legendario laberinto, mientras roban reliquias y otras riquezas contenidas dentro de sus muros.
Lucharemos con nuestra espada y nuestro látigo en busca de riquezas ocultas mientras tratamos de sobrevivir a hordas de esqueletos y otras criaturas clásicas de la mitología del Medio Oriente. Con una estética afable y un diseño muy llamativo, la propuesta de Uppercat Games resulta muy atractiva desde el primer momento, y si añadimos los elementos “Roguelike” y sus escenarios generados de forma procesal, definitivamente consigue captar nuestra atención.
Así que a través del siguiente análisis, frotamos la lámpara mágica y nos adentramos en City of Brass (La Ciudad de Latón), para ver cómo se adapta a la consola híbrida de Nintendo…
Iniciamos….
Sistema de Menú:
El sistema del menú del juego es bastante simple, el juego solo cuenta con la opción para iniciar o continuar una partida, y con algunas opciones tradicionales: Pantalla de Opciones, un tutorial, y un diario de registro de nuestras estadísticas.
Apartado Técnico
Antes de iniciar, aclaramos que este análisis corresponde a la versión de Nintendo Switch, y para ser un Port hacia dicha consola, debo admitir que todo en City of Brass tiene una gran personalidad y un acabado artístico de estética muy cautivador.
Gráficos:
El titulo derrocha magia y encanto en cada uno de sus rincones, y nos sentiremos dentro de un cuento exótico y misterioso de fundamentos Árabes (en lo personal me fascina este tipo de juegos).
Es impresionante como se aprovecha las modestas capacidades de la consola de Nintendo, para conseguir un nivel de acabado visual muy bien pulido. A pesar de que en algunos momentos puntuales, sobre todo con muchos enemigos en pantalla, el juego puede sufrir alguna ralentización sin importancia, no se le puede reprochar nada.
Sonido:
Pero sin duda donde más me ha gustado es en su apartado sonoro. Si bien es cierto que el juego carece de una narración, pero los efectos de sonido en los combates, la música de fondo y los gritos de guerra de nuestros enemigos son magníficos. La ambientación de sonido nos sumerge en el juego, de una manera tal que se siente una sensación de peligro constante, ya que en todo momento podremos sentir muy cerca a nuestros enemigos.
Jugabilidad:
Esta aspecto no es para nada complicado, nuestro objetivo en el juego es muy simple: En cada escenario, encontrar la salida con la mala mayor cantidad de botín posible. La manera como se desenvuelve la jugabilidad es tan efectiva como sencilla, esto nos asegura estar adaptados y disfrutando del juego muy rápidamente. Durante nuestro camino hacia la búsqueda de una salida, por todo el escenario encontraremos tesoros y joyas que nos proporcionan dinero el cual acumularemos para luego poder invertir en aspectos que nos hagan la vida más fácil.
En cada nivel, uno o varios comerciantes surgidos de una lámpara mágica nos ofrecerán pequeños Perks o mejoras acumulativas que nos darán una o varias ventajas para poder superar nuestra hazaña.
Este aspecto es muy común en estos tipos de géneros, que requieren adquirir nuevas habilidades para ir avanzando.
Saber combinar nuestros armas básicas es la clave:
Uno de los aspectos más importantes en la jugabilidad de City Of Brass es el aprender a combinar la espada y el látigo, ya que ambos resultan ser los elementos básicos de ataque. La utilidad de ambas armas son totalmente complementarias una de la otra, ya que mientras la espada solo nos sirve para dañar a nuestros enemigos, el látigo nos servirá tanto para agarrar objetos que estén fuera de nuestro alcance, como para atraerlos hacia nosotros, o explotar las debilidades de cada enemigo.
Dificultad:
La adquisición de nuevas armas, y el incremento de nuestras habilidades o armaduras que absorben el daño, serán vitales según vayamos avanzando, ya que a medida que vamos avanzando, la dificultad se hace más exigente.
Es importante que, a lo largo de nuestra aventura, consigamos el máximo botín posible, ya que estos Perks son una parte esencial e imprescindible para progresar en el juego con vida y garantizar nuestra supervivencia. Necesitaremos todas las ayudas posibles que podamos conseguir, y es que las cosas se van tornando cada vez más desafiantes.
A diferencia de otros títulos, donde el progreso se va acumulando y guardando, en City Of Brass no encontraremos inventario o gestión de equipo almacenados, ni tampoco puntos de guardado, sino una serie de etapas consecutivas.
Cada partida será un intento de llegar lo más lejos posible, y si fallamos, volveremos al principio, para volver a empezar desde cero. Si mueres, esto supondrá perderlo todo, Sí, así como suena, todo lo que hayas compilado, si mueres, lo pierdes.
Esto supone un gran esfuerzo de resistencia, tener que empezar de nuevo cada vez que seamos derrotados, pero también es la gran virtud de este juego, ya que nuestra partida, además de ser única y diferente en cada ocasión gracias a la generación de escenarios aleatorios, se convierte en una especie de carrera de por intentar llegar lo más lejos posible.
Probablemente, para muchos, esto resulte una experiencia frustrante, pero a su vez también resulta original, muy desafiante y sobre todo satisfactorio cuando vas auto superando cada nivel hasta llegar al final (si es que puedes).
Enemigos:
Los enemigos comunes, no suponen un gran reto, podrás ir ‘deshuesando’ personificaciones esqueléticas sin ninguna dificultad a medida que avanzas en cada nivel o fase.
Cada tres fases, nos encontraremos con un guardián o jefe de zona con unas características peculiares, que pondrá a prueba nuestra destreza. Puede que haya Jefes que lo derrotemos con suma facilidad, pero hay otros que te harán sudar y mantener en suspenso. Para derrotar a estos jefes, tendremos que utilizar el ingenio, ya que cada uno es diferente y tendrá sus propias rutinas de comportamiento, así que la forma de derrotarlo será diferente cada vez, y encontrar sus debilidades será una parte importantísima para vencerlos.
Sistema de alteración del juego:
Existe una especie de personalización en el juego que actúa como un sistema de modificadores, los cuales podemos utilizar a favor o en nuestra contra, lo cual prácticamente configura la dificultad ya sea a nuestro favor o en contra: por ejemplo, existen las denominadas bendiciones, con las que podemos modificar la cantidad de enemigos, las trampas del entorno e incluso el daño causado por nuestros ataques. Por el contrario, las alteraciones de cargas, tienen justo la función contraria a las bendiciones, como por ejemplo aumentan el daño que nos causan los enemigos, disminuyen la cantidad de tesoros, etc.
Por supuesto, que el uso de estos modificadores tiene un costo y es reducir tu puntuación, únicamente, por lo que no hay una detención progresiva o secretos que te pierdas al usar algunos o incluso todos ellos, lo que hace que la dificultad de City of Brass sea altamente personalizable y atractiva para jugadores de todos los niveles.
Nuestra opinión de Conclusión:
City of Brass es el tipo de juego que ciertos jugadores atesorarán. Personalmente, nunca fui fanático de este tipo de género, pero al probar esta joya de estilo Arábico, debo admitir que el titulo es un rogue-lite en primera persona hermoso y bien pulido que no dudará en recompensar regularmente a los jugadores con mucha destreza. Este juego no es para los débiles, sino para aquellos que dedican tiempo para perfeccionar sus habilidades, las recompensas de City of Brass son excelentes (y no estoy hablando del tesoro del juego).
La magia de los escenarios procesales, los cuales generan cambios aleatorios cada vez que te toca empezar de nuevo, el solo ese hecho, causa un placer visual, City of Brass casi nunca se siente repetitivo, y aprender a superar sus muchos desafíos puede ser sumamente satisfactorio.
A pesar de que el titulo previamente había salido para otros sistemas, si aún no lo has comprado, eres propietario de una consola Nintendo Switch, te interesas por los buenos retos, así como el Arte Árabe, entonces City of Brass no debe faltar en tu biblioteca de juegos.
Cómpralo y disfrútalo al máximo, eso sí, ¡ten cuidado!, …. ¡Las noches Persas no perdonan!, Lol.