El actor Christopher Judge, conocido por su papel de Kratos en God of War, reveló que la atmósfera de respeto y colaboración que se vivió en el set de captura de movimiento del juego tuvo un profundo impacto en su visión del mundo y en su comprensión de la masculinidad.
Durante un panel de celebración del 20 aniversario de la franquicia, Judge comparó su experiencia en God of War con trabajos anteriores, donde a menudo había presenciado jerarquías estrictas en el set. En contraste, destacó que desde el inicio de la producción de God of War, prevaleció un ambiente de igualdad y respeto mutuo, donde todos eran tratados como adultos y se valoraba la contribución individual.
Judge elogió especialmente al director del juego, Cory Barlog, por su disposición a escuchar las ideas de todos los miembros del equipo durante el rodaje, sin mostrar impaciencia ni desdén. Esta actitud inclusiva contrastaba fuertemente con lo que Judge había experimentado en otros proyectos.
El actor también compartió cómo esta experiencia llegó en un momento crucial de su vida personal. Tras dejar el alcohol y comenzar terapia después de dos incidentes de conducción bajo los efectos del alcohol, Judge estaba reflexionando sobre el significado de ser hombre. A través de su terapia y de lo que observó en el set de God of War, comprendió que la verdadera masculinidad no radica en oprimir a los demás, sino en empoderarlos, escucharlos y hacerlos sentir valorados.
Judge describió el set de God of War como un entorno excepcionalmente positivo, donde la gente realmente disfrutaba de su trabajo, sin quejas ni negatividad. Esta atmósfera de apoyo, cuidado y afecto fue una novedad para él y transformó su perspectiva sobre las relaciones humanas y el concepto de masculinidad. Para Judge, la experiencia de trabajar en God of War le enseñó que ser hombre se trata de construir y nutrir a los demás, en lugar de imponerse sobre ellos.