Tero Virtala, CEO de Remedy Entertainment desde 2016, dejó su cargo “con efecto inmediato” tras una decisión conjunta con la junta directiva.
Aunque el comunicado oficial evita vincular su salida a causas específicas, la renuncia llega apenas 12 días después de que el estudio emitiera una alerta de beneficios por las “ventas débiles” de FBC: Firebreak, su primer juego multijugador ambientado en el universo de Control.
Firebreak alcanzó más de un millón de jugadores en sus primeros diez días, pero la mayoría lo hizo a través de Game Pass y PlayStation Plus. Las ventas reales no cumplieron las expectativas internas, y Remedy estima una pérdida de 14,9 millones de dólares para el año fiscal. En Steam, el juego apenas superó los 2.000 jugadores concurrentes al lanzamiento, y hoy no logra pasar de 50.
Virtala será reemplazado de forma interina por Markus Mäki, cofundador del estudio, quien también dejará su puesto como presidente del consejo para asumir el liderazgo temporal.
Firebreak intentó abrir una nueva etapa para Remedy. Pero cuando el multijugador no conecta con los jugadores, ni el legado de Alan Wake puede amortiguar el golpe económico.