El último informe financiero de Electronic Arts (EA) ha revelado una disparidad salarial récord que ha encendido las redes, Andrew Wilson, CEO de EA, vio aumentar su salario total en $5 millones durante el último año fiscal, alcanzando los $30.5 millones. Este monto incluye $25.7 millones en acciones, $2.8 millones en bonos y casi $700,000 en beneficios adicionales. Mientras tanto, el salario medio de los empleados de EA cayó a $117,302 anuales, el más bajo desde 2022, marcando una relación de 260 a 1 entre el sueldo del ejecutivo y el de un trabajador promedio.
El aumento millonario de Wilson llega en un año turbulento para EA, tras los 300 despidos en abril, incluidos equipos de Codemasters (responsables de los juegos de F1), cancelación de dos proyectos sin anunciar y el esperado Black Panther, cuyo estudio cerró por completo y la estrategia de enfocarse en «franquicias probadas» (FIFA, Apex Legends, The Sims) que ha dejado a muchos desarrolladores en la incertidumbre.
Estos recortes contrastan con las ganancias de la compañía ($7.4 mil millones en ingresos en 2024) y el sueldo estratosférico de su CEO, que supera incluso la media de otros sectores: según el Instituto de Política Económica, en 2021 los CEOs ganaron 339 veces más que un empleado promedio.
La compañía defendió la compensación de Wilson argumentando que está «vinculada al rendimiento» y que el 90% de su pago depende de metas corporativas. Sin embargo, críticos señalan que estos criterios rara vez reflejan el trabajo real de los equipos de desarrollo, especialmente tras olas de despidos.
Para muchos trabajadores, estas cifras exponen una cultura corporativa que prioriza el lucro sobre las personas, incluso en una industria creativa como los videojuegos.