Castle of Heart fue un título que debutó en la Nintendo Switch original como un juego que acompañó a la híbrida en sus primeros meses en el mercado. Cosechó calificaciones mixtas, debido en parte a sus controles toscos y un ritmo irregular. Ahora, los desarrolladores 7Levels nos trae un remaster con el subtítulo Retold, que promete añadir mejoras modernas a lo que fue aquel juego del 2018.
Recontado
Castle of Heart: Retold nos relata la historia de un malvado hechicero que tiene sometido a un pueblo para su beneficio personal. Cuando ya el pueblo se cansó y no pudo más, el hechicero le lanza una maldición a todos los habitantes y los convierte en piedra. Nuestro héroe, un caballero llamado Svaran, le persigue y corre la misma suerte. El hechicero escapa y se lleva consigo a la princesa Mira del pueblo, el interés amoroso de nuestro héroe.
Así, con el poder del amor, nuestro héroe rompe la maldición pero en parte, ya que el caballero se puede mover el tiempo suficiente hasta que consiga una especie de orbes que sueltan los enemigos. Esto, influye bastante en el gameplay general, de hecho, es una de las mecánicas clave. Esta trama tiene un contexto histórico del folklore eslavo, y en todo momento nos quieren plasmar.
Jugabilidad de no parar
La jugabilidad de Castle of Heart: Retold nos lleva a entornos lineales en 3D pero con jugabilidad en 2D, donde debemos recorrer niveles de un punto a otro derrotando enemigos por el camino. El juego tiene una mecánica que nos obliga a siempre movernos, ya que debido a la maldición que padecemos nuestra salud baja constantemente. Para evitar eso, tenemos que recoger unos orbes que dejan los enemigos y están esparcidos por los niveles que nos restauran salud. Es una manera de mantener al jugador en constante movimiento y siempre en acción.
La maldición no solo repercute en la salud del personaje, sino en su desempeño en combate. Contamos con un arma principal en forma de espada y por el camino encontramos armas secundarias como otras espadas, hachas, mazos, ballestas, entre otras. Sin embargo, si nuestra salud decae, perderemos un brazo y la capacidad de blandir una segunda arma, limitando así nuestras opciones ofensivas. Cada arma tiene una función, como la ballestas que sirven para enemigos a distancia, objetos arrojadizos, otras armas más contundentes, tienen mejor daño a enemigos más robustos. Disponemos de varios movimientos como esquivas y habilidades especiales.
En cuanto a los niveles, estos, además de los enemigos, están llenos de trampas que podemos utilizar a nuestro favor, pero también los enemigos contra nosotros. Como juego de plataformas, tendremos niveles en los que estaremos sorteando obstáculos, sin embargo, el salto no se siente tan preciso y siempre tendremos la sensación de que nos podemos caer al abismo. Al menos el juego es indulgente con los Checkpoints, y los niveles tienen varias bifurcaciones y secretos.
Aunque el juego cuenta con una buena premisa, tiene algunos fallos puntuales como esa sensación opresiva de reducción constante de salud que apenas nos deja espacio para maniobrar, un combate poco satisfactorio con uso de armas repetitivo, el evitar daño a la larga se vuelve muy tedioso. Aunque, puedo decir sobre el juego que hay niveles divertidos como el de la carrera abajo por los tejados del pueblo.
Rehecho y renovado
Entre los nuevos añadidos tenemos unos entornos retocados, que si bien es cierto que cuenta con mejoras notables, el apartado gráfico general hereda el apartado visual de la generación anterior. Cuenta con nuevos efectos de iluminación, y el modelado del personaje principal mucho más detallado.
La jugabilidad fue reestructurada, y los controles revisados, aunque la opción de salto, sigue necesitando una mejor sensación. Además, la historia tiene algunos cambios puntuales como nuevas secuencias cinemáticas, y la posibilidad de rejugar el título para obtener todos los secretos, y desbloquear los nuevos finales.
La banda sonora fue reajustada y remezclada, además de incluir nuevas líneas de dialogo. Realmente, la banda tiene algunos temas interesantes, como el del nivel que mencioné más arriba.
Veredicto
Castle of Heart: Retold es un esfuerzo por traer de vuelta un título de lanzamiento de los primeros días de Nintendo Switch, que tuvo una premisa interesante, pero que hereda algunos fallos de la versión original. La historia basada en el folklore eslavo y su mecánica principal de la maldición (la constante pérdida de salud) que obliga al jugador a estar en constante movimiento para recolectar orbes de salud y evitar perder habilidades de combate, sigue siendo el motor de una jugabilidad lineal 2D en entornos 3D. Sin embargo, aunque el remaster mejora aspectos técnicos como los entornos, el modelado de personajes y la banda sonora, arrastra algunos problemas de diseño que empañan la experiencia. Uno de esos fallos es la sensación opresiva de la salud decreciente y la falta de precisión en el salto, aspectos cruciales en un juego de plataformas.
Con todo eso, se agradecen los intentos por modernizar la experiencia, como las nuevas cinemáticas, finales alternativos y el rediseño de la jugabilidad. Retold no logra convertirse en una experiencia pulida ni imprescindible, pero sí ofrece uno que otro momento de diversión. Si bien la jugabilidad base, con un combate que puede volverse tedioso y repetitivo, se mantiene, el juego ofrece un desafío constante y un sistema de checkpoints indulgente que mitiga la frustración. En última instancia, es un juego que mejora respecto al original, pero que aún no alcanza todo su potencial.
Nota: Este review fue realizado en PS5 y el código fue gracias a 7Levels.