Call of Duty: Black Ops 7 ya está disponible y los jugadores que comenzaron a jugar al modo campaña se han encontrado con decisiones de diseño que han generado debate.
A diferencia de entregas anteriores, la campaña no puede pausarse, incluso si se juega en solitario. Además, no tiene sistema de checkpoints o autoguardado, es decir, si el jugador abandona la partida, debe reiniciar la misión desde el principio.
Otro punto polémico es que el modo historia exige conexión permanente a internet. Si la conexión se pierde o el juego recibe una actualización inesperada, algo que perfectamente puede ocurrir a diario, el progreso se pierde.
Esto puede deberse a la idea de que la campaña está pensada como una experiencia cooperativa, ya que incluso quienes juegan solos deben pasar por el sistema de matchmaking y creación de lobbies.
La comunidad ha reaccionado con sorpresa y frustración ante estas limitaciones, que contrastan con la narrativa cuidada y el enfoque en escuadras de personajes. Aunque en los últimos tiempos, Call of Duty se ha caracterizado más por ser un juego multijugador, sigue incluyendo un modo historia para un solo jugador, y que exija un trato de multijugador, no parece algo correcto.
