En apenas dos semanas, Microsoft ha confirmado el lanzamiento de seis títulos como estrenos día uno en Game Pass, encabezados por Call of Duty: Black Ops 7, que llega el 14 de noviembre como el lanzamiento más grande del año para la plataforma.
La apuesta es volumen, variedad y presencia en todos los frentes, consola, PC y nube.
Entre los estrenos más destacados figuran Dead Static Drive, Egging On, Whiskerwood, Pigeon Simulator y Winter Burrow, todos disponibles desde el primer día. La estrategia refuerza el modelo de Game Pass como servicio de descubrimiento, donde lo nuevo no se paga aparte, sino que se vive desde el primer minuto. Y aunque Microsoft aún no revela la segunda ola de títulos para el mes, el arranque ya marca territorio.
Pero no todo son entradas. El 15 de noviembre, seis juegos abandonan el catálogo, incluyendo Stalker 2, que había sido exclusivo de consola en 2024. La rotación constante sigue siendo parte del ADN del servicio, aunque algunos jugadores lamentan la pérdida de títulos que apenas tuvieron tiempo de explorar.
En paralelo, Microsoft anunció un aumento de precio para Game Pass Ultimate, que pasa de 20 a 30 dólares mensuales. Curiosamente, la mayoría de los grandes retailers aún mantienen el precio anterior, lo que ha generado una especie de “rebaja fantasma” para quienes compran fuera del sitio oficial.
Noviembre no es solo un mes fuerte para Game Pass, es una declaración de fuerza por parte de Microsoft. La pregunta ahora es, cuánto tiempo más podrá sostener este ritmo sin dañar las ganancias.
