Call of Duty: Black Ops 6 sigue experimentado una notable caída en su popularidad y en el número de jugadores, enfrentando una serie de críticas que han afectado su recepción. Problemas con el uso de inteligencia artificial, el elevado costo de los cosméticos y el diseño de los mapas han generado un fuerte rechazo por parte de la comunidad de jugadores.
Esta negatividad ha tenido un impacto directo en el número de jugadores, que ha disminuido significativamente en un corto período de tiempo. La comparación con Modern Warfare 3 revela una clara pérdida de interés, lo que plantea interrogantes sobre la estrategia de Activision para mantener la relevancia de la franquicia.
La situación se ha agravado con la disminución de jugadores en la plataforma Steam, donde Black Ops 6 ha alcanzado mínimos históricos. A pesar de un lanzamiento inicial prometedor, el juego no ha logrado retener a su audiencia, lo que representa un desafío para Activision.
Ante este panorama, Activision se enfrenta a la tarea de revitalizar el juego y recuperar la confianza de los jugadores. La compañía deberá abordar las críticas y realizar cambios significativos para mejorar la experiencia de juego, especialmente considerando el tiempo que falta para el lanzamiento de la próxima entrega de Call of Duty.