La llegada de Call of Duty: Black Ops 6 a Xbox Game Pass ha sido una de las noticias más impactantes del año para la industria de los videojuegos. Esta decisión ha generado un gran revuelo, con opiniones divididas sobre sus repercusiones para los consumidores y para el negocio de Xbox.
El analista especializado Piers Harding-Rolls ha visto las posibles consecuencias de esta estrategia. En su opinión, Black Ops 6 en Game Pass impulsará las suscripciones al servicio, especialmente las de Game Pass Ultimate y PC Game Pass. Esto se debe a que los jugadores podrán disfrutar del juego sin costo adicional, lo que lo convierte en una propuesta muy atractiva.
Harding-Rolls también cree que esta decisión podría llevar a un aumento en las ventas de las versiones premium de Black Ops 6. A pesar de estar disponible en Game Pass, algunos jugadores podrían optar por comprar la versión premium para obtener acceso anticipado a la campaña o a otros beneficios exclusivos.
Sin embargo, el analista reconoce que esta estrategia también tiene un lado negativo para Microsoft. La compañía perderá una parte de las ganancias que podría haber obtenido por la venta directa del juego. A pesar de esto, Harding-Rolls cree que el aumento en las suscripciones a Game Pass y las ventas de las versiones premium compensarán con creces estas pérdidas.
Con respecto al efecto que podría tener poner Black Ops 6 en Game Pass en PlayStation 5, Harding-Rolls dijo que las personas que juegan Call of Duty en PlayStation «inevitablemente se verán perturbadas hasta cierto punto» y que esto será «una preocupación para Sony». Sin embargo, la existencia del juego gratuito Warzone mitiga el impacto, ya que no todos los ingresos de Call of Duty provienen de las ventas del juego principal.
En definitiva, la llegada de Black Ops 6 a Game Pass es un movimiento estratégico de Microsoft con el potencial de transformar la industria de los videojuegos. Queda por ver cómo reaccionará Sony ante esta jugada.