Funcionarios chinos en un aeropuerto de Shanghai incautaron recientemente la exorbitante cantidad de 7,6 toneladas de tarjetas Pokémon falsas que se dirigían a los Países Bajos.
Más de siete toneladas de tarjetas coleccionables de Pokémon falsas con destino a Europa Occidental fueron interceptadas a principios de esta semana por funcionarios chinos en un aeropuerto de Shanghai. Las noticias sobre estas cartas usualmente son un tanto curiosas; a inicios de año un hombre fue arrestado tras robar cartas coleccionables de Pokémon y otro tipo de titulares debido a la gran escasez de existencias que los revendedores aprovecharon rápidamente de cualquier forma posible. La escasez de tarjetas en curso, por lo tanto, engendró un auge del mercado de revendedores que sigue saliendo de control.
Según lo transmitido por Nintendo Life, un informe del medio chino Yicai Global afirma que los funcionarios del aeropuerto de Pudong en Shanghai incautaron recientemente 20 cajas de tarjetas coleccionables de Pokémon falsificadas, con un peso asombroso de 7,6 toneladas. La enorme colección de tarjetas falsas se enviaba desde una empresa no especificada en la ciudad portuaria de Qingdao; Según el informe de Yicai Global, las casi dos docenas de cajas habrían aterrizado en los Países Bajos si las autoridades chinas no hubieran interceptado el envío. Curiosamente, la publicación afiliada al estado de China continuó señalando que esto se cuenta entre los ” mayores lances falsos de IP en los últimos años “.
Twenty boxes of counterfeit #Pokemon #Pikachu game cards weighing over 7.6 tons were intercepted at Shanghai’s Pudong Airport by customs officials yesterday. Bound for the Netherlands from a company in Qingdao province, it is one of the biggest fake #IP hauls in recent years. pic.twitter.com/zM2y6BiTIt
— Yicai Global 第一财经 (@yicaichina) November 23, 2021
Si esta colección de tarjetas hubiera aterrizado en Europa Occidental como estaba planeado, sin duda se habría vendido en línea a coleccionistas de tarjetas Pokémon desprevenidos ansiosos por evitar la molestia de las compras provocada por la escasez de existencias en curso.