Ubisoft confirmó que el retraso de Assassin’s Creed Shadows no fue técnico, sino que fue por la polémica con su protagonista masculino Yasuke.
El CEO Yves Guillemot lo dijo en París Games Week: “Tuvimos que demostrar que esto era un videojuego, no un mensaje, ni una agenda”.
La reacción negativa tras revelar a Yasuke como protagonista fue más fuerte de lo esperado. El personaje, un esclavo africano que se convirtió en samurái, generó acusaciones de propaganda y errores históricos. Ubisoft decidió frenar todo. Mostraron un video interno de tres minutos donde explican que el foco pasó de responder a los críticos a reconectar con los fans.
El juego se retrasó de noviembre de 2024 a febrero de 2025. El tiempo extra sirvió para pulir mecánicas, reforzar la identidad de la saga y recuperar elementos clásicos: más sigilo, más saltos de fe, más lore. “Tuvimos que dejar de mirar a los que nos odiaban y volver a encender a quienes estaban con nosotros”, dice el narrador del video.
Guillemot no mencionó a los “haters” directamente, pero habló de “peleas falsas” entre historia y jugabilidad. Asegura que mostrar el juego fue suficiente para cambiar la percepción del público.
