Activision ha lanzado una nueva ola de suspensiones permanentes contra jugadores que usaban trampas en Call of Duty, especialmente en Black Ops 6 y Warzone. La empresa apuntó a usuarios de ArtificialAiming, un proveedor de trucos con casi dos décadas de historia, y otros servicios similares.
Según la compañía, estas acciones han desactivado herramientas de trampa y expulsado a miles de jugadores, aunque no se reveló un número exacto. La medida busca proteger la experiencia de juego limpio para la comunidad.
El sistema antidetección Ricochet, implementado por Activision en 2021, ha mejorado su capacidad para identificar tramposos. Este sistema opera a nivel de kernel, monitoreando profundamente el software de los jugadores. Además, la empresa ha tomado medidas legales, enviando notificaciones de cese a fabricantes de dispositivos como Cronus, que manipulan controles para obtener ventajas injustas. Estas acciones legales refuerzan el compromiso de Activision para combatir no solo a los tramposos, sino también a quienes desarrollan estas herramientas.
Jugadores afectados han expresado su frustración en foros privados, lamentando la pérdida de cuentas con años de progreso. Algunos admitieron el riesgo que asumieron al usar trampas, mientras otros anunciaron su retiro del juego. La comunidad de Call of Duty ha aplaudido en general estas medidas, aunque persisten quejas sobre la presencia de tramposos en partidas competitivas. Activision promete seguir actualizando Ricochet para mantener un entorno justo.
Call of Duty cheaters complain after Activision launches new wave of mass-bans #News #Trending
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— Top10Kinstra (@top10kinstra) July 17, 2025
Esta no es la primera vez que Activision enfrenta problemas de trampas. En 2024, un exploit permitió a hackers banear injustamente a jugadores legítimos, y otro incidente involucró malware que robaba información. La empresa continúa fortaleciendo su seguridad y ajustando sistemas como el KillCam para reducir reportes falsos.