La reciente estrategia de Ubisoft, que incluye la creación de una nueva filial en colaboración con Tencent para gestionar las franquicias de Assassin’s Creed, Far Cry y Rainbow Six, ha generado una fuerte reacción negativa tanto de jugadores como de Accionistas.
El grupo de inversión AJ Investments ha intensificado su oposición a esta decisión, solicitando una reunión extraordinaria de accionistas para exigir cambios significativos en el acuerdo con Tencent. Su principal demanda es que la transacción se renegocie como una venta directa de activos a Tencent, valorada en al menos 4.000 millones de euros, argumentando que el acuerdo actual no beneficia claramente a los inversores de Ubisoft.
Además, AJ Investments propone que, tras la venta, Ubisoft distribuya un dividendo extraordinario de 23 euros por acción, lo que representaría un total de 3.000 millones de euros, dejando los 1.000 millones restantes para cubrir la deuda de la empresa.
El grupo inversor ha señalado la significativa caída en el valor de las acciones de Ubisoft desde el anuncio de la nueva filial, interpretándolo como un claro rechazo del mercado al acuerdo propuesto. Consideran que la estructura del acuerdo está diseñada para consolidar el control de la familia Guillemot sobre la empresa, en detrimento de los intereses de los demás accionistas.
AJ Investments ha instado a la dirección de Ubisoft a proporcionar una explicación detallada de los beneficios del acuerdo para los inversores, y ha convocado a los accionistas minoritarios a unirse a su acción legal para proteger el valor de sus inversiones. Advierten que, de no tomarse medidas inmediatas, Ubisoft podría llevar a cabo nuevas ventas de activos o incluso disolverse, perjudicando a los accionistas.