Donald Trump asumió la presidencia de Estados Unidos y, como anticipan los expertos en la materia, su administración traerá consigo todo tipo de cambios que impactarán en la economía de ese país y del resto del mundo. Los juegos no son ajenos a este contexto sociopolítico y las medidas más recientes del mandatario ya han impactado a Nintendo.
La compañía japonesa se perfila para tener un año importante con el lanzamiento de Nintendo Switch 2, su nueva consola híbrida que traerá importantes novedades. El 2 de abril se compartirá más información sobre el lanzamiento y el precio oficial, pero los inversores están preocupados.
Aunque la nueva consola de la compañía japonesa se perfila como un éxito, tanto jugadores como inversionistas esperan noticias sobre el precio al que llegará a las tiendas. Esto debido a que las nuevas medidas de Donald Trump podrían representar un aumento en el costo de las consolas y los juegos.
Donald Trump impuso aranceles del 25% a México y Canadá, mientras que aumentó los aranceles de importación del 10% al 20% a China. En concreto, el país asiático es muy importante para la industria tecnológica, incluido el gaming, debido a que es uno de los principales fabricantes de hardware.
Estas medidas aduaneras, que pretenden presionar a los países que se alejan de los intereses y la postura de Estados Unidos, ya han tenido un gran impacto en Nintendo. El viernes 7 de marzo de 2025, las acciones de la empresa japonesa cayeron un 9,2% en Tokio, la mayor caída desde el 5 de agosto.
El desplome en las caídas de las acciones se debe en gran medida a los nuevos aranceles ordenados por Donald Trump y su administración. Los expertos temen que estas medidas provoquen que las consolas de videojuegos, incluida la próxima Nintendo Switch 2, aumenten de precio en Estados Unidos, uno de los principales mercados del mundo.
Teniendo esto en cuenta, no es de extrañar que los inversores extranjeros se estén retirando. Cabe señalar que Sony Group Corp, la empresa responsable de la marca PlayStation, también sufrió una caída del 4,2%, la mayor desde agosto.
Ikuo Mitsui, gestor de fondos de Aizawa Securities, señaló que los inversores mundiales están reduciendo sus posiciones en valores japoneses y que, ante el temor a nuevos aranceles, no pueden evitar vender sus valores más atractivos.