El equipo legal de LeBron James, estrella de los Lakers, ha enviado cartas de cese y desista a Interlink AI, una empresa que creó videos generados por inteligencia artificial mostrando al jugador en escenarios absurdos, como estar embarazado.
Según reportes del 24 de julio de 2025, estos clips, conocidos como «brainrot», se volvieron virales en Instagram, acumulando millones de vistas. Al menos tres cuentas que compartían este contenido han sido eliminadas de la plataforma, marcando una de las primeras acciones legales de una celebridad contra contenido de IA no consensuado.
Los videos, creados con la herramienta Interlink AI en la plataforma FlickUp, presentaban a James en situaciones como sirena o en prisión, a menudo con un tono humorístico pero invasivo. La reacción de su equipo legal busca proteger su imagen, destacando preocupaciones éticas sobre el uso de IA para manipular la apariencia de figuras públicas. En junio, los moderadores de Interlink AI eliminaron modelos de personas reales para evitar más conflictos legales, según confirmó Jason Stacks, fundador de FlickUp.
La controversia ha reavivado debates sobre la regulación de la IA, especialmente en redes sociales donde los deepfakes proliferan. Aunque algunos fans encontraron los videos divertidos, otros, en plataformas como Reddit, los calificaron de perturbadores, comparándolos con casos de manipulación de imágenes de Taylor Swift o Angel Reese. Expertos en derecho digital sugieren que este caso podría impulsar leyes más estrictas contra el uso no autorizado de imágenes de celebridades.
LeBron James’ lawyers are sending cease-and-desist letters to the AI company making pregnancy videos of him
Instagram has already banned at least 3 accounts sharing the videos
(via @404mediaco) pic.twitter.com/1GgVfFKmlk
— Culture Crave 🍿 (@CultureCrave) July 24, 2025
LeBron, quien anunció un descanso de redes sociales en noviembre de 2024, no ha comentado públicamente sobre el tema. Su equipo legal sigue monitoreando plataformas para evitar más usos indebidos de su imagen. Este incidente resalta los riesgos crecientes de la IA en la era digital, donde la línea entre humor y violación de la privacidad se difumina.