En los últimos años, se ha convertido en una práctica habitual que los videojuegos salgan al mercado incompletos y con errores. Esto se debe a una serie de factores, como los plazos de lanzamiento cada vez más ajustados, la presión de los inversores y la creciente complejidad de los juegos.
Como consecuencia, los jugadores se enfrentan a una situación en la que, en muchos casos, deben esperar meses o incluso años para que el juego se complete y se solucionen los errores. Esto puede ser una experiencia frustrante para los jugadores, que pueden sentirse engañados al comprar un juego que no cumple con sus expectativas.
Existen numerosos ejemplos de videojuegos que han salido al mercado con errores y problemas. Algunos de los casos más sonados fueron:
- Cyberpunk 2077 (2020): este juego de rol de mundo abierto desarrollado por CD Projekt Red fue uno de los lanzamientos más esperados de la historia. Sin embargo, el juego salió al mercado con una gran cantidad de errores y problemas técnicos, que hicieron que la experiencia de juego fuera muy decepcionante para muchos jugadores. CD Projekt RED lanzo parche tras parche para intentar arreglar todos los errores durante más de dos años y agregar cantidad importante de contenido que hizo falta luego del lanzamiento oficial del juego.
- No Man’s Sky (2016): este juego de exploración espacial desarrollado por Hello Games fue otro lanzamiento muy esperado. Sin embargo, el juego salió al mercado con una gran cantidad de contenido prometido que no estaba presente, lo que llevó a una gran decepción entre los jugadores. Al igual, el desarrollador siguió con el compromiso de agregar e intentar arreglar el juego como estaba anunciado muchos años después del lanzamiento del mismo.
- Battlefield 2042 (2021): este juego de disparos en primera persona desarrollado por DICE fue otro lanzamiento decepcionante. El juego salió al mercado con una gran cantidad de errores y problemas técnicos, que hicieron que la experiencia de juego fuera muy irregular.
- Assassin’s Creed Unity (2014): El juego, desarrollado por Ubisoft Montreal, fue lanzado en 2014 y estaba ambientado en la Revolución Francesa. El juego recibió críticas por sus numerosos errores y problemas técnicos. El juego presentaba una gran cantidad de errores gráficos, como personajes que se deformaban, texturas que se desvanecían y objetos que se movían de forma errática, y tenía problemas de rendimiento en algunas consolas, lo que podía provocar caídas de fotogramas y ralentizaciones. Ubisoft lanzó una serie de parches para solucionar los errores de Assassin’s Creed Unity, pero el juego nunca llegó a estar completamente libre de problemas. El juego fue un fracaso comercial y crítico, y su lanzamiento fue un golpe para la reputación de Ubisoft.
- Forspoken (2023): fue criticado fuertemente por sus errores y problemas técnicos. El juego presentaba una gran cantidad de errores gráficos, como personajes que se deformaban, texturas que se desvanecían y objetos que se movían de forma errática. Diálogos muy mal hechos y sin sentido, que quitaban la inmersión al ambiente.
Tenía problemas de rendimiento en algunas consolas, lo que podía provocar caídas de fotogramas y ralentizaciones. Square Enix lanzó una serie de parches para solucionar los errores de Forspoken, pero el juego nunca llegó a estar completamente libre de problemas.
Esto solo por nombrar algunos, aun sabiendo que existen muchos ejemplos más.
¿A qué se debe que esto ocurra cada vez más y de forma regular?
- Plazos de lanzamiento cada vez más ajustados: La presión por lanzar los juegos lo antes posible, para aprovechar el interés de los jugadores y las ventas navideñas, puede llevar a los desarrolladores a lanzar los juegos sin que estén completamente terminados.
- Presión de los inversores: Los inversores suelen presionar a los desarrolladores para que lancen los juegos lo antes posible, para recuperar la inversión lo antes posible. Esto puede llevar a los desarrolladores a tomar decisiones que no son en beneficio de los jugadores, como lanzar los juegos sin que estén completamente terminados, además de poner a trabajar a sus empleados horas extras y nada saludables, con tal de cumplir el plazo puesto por sus superiores.
- Creciente complejidad de los juegos: Los juegos actuales son cada vez más complejos y requieren más tiempo y recursos para desarrollarse. Esto puede dificultar que los desarrolladores completen los juegos a tiempo y sin errores.
Los videojuegos incompletos y con errores pueden tener una serie de consecuencias negativas, tanto para los jugadores como para la industria del videojuego. Todo esto genera frustración de los jugadores, los jugadores pueden sentirse engañados al comprar un juego que no cumple con sus expectativas. Esto puede llevar a una pérdida de confianza en la industria del videojuego. Los desarrolladores de videojuegos que lanzan juegos incompletos y con errores pueden dañar su reputación y dificultar que vendan sus juegos en el futuro, así como esfuerzo sobrehumano por parte de sus empleados para intentar cumplir con el plazo, lo que podría llevar a que se formen uniones y sindicatos, cosa que antes no era común en la industria.
Para intentar evitar que esta tendencia continúe se debería intentar hacer algunas cosas distintas, entre los desarrolladores, inversionistas y el consumidor final.
Los desarrolladores deberían tener más tiempo para terminar los juegos antes de lanzarlos al mercado. Esto podría ayudar a reducir la cantidad de errores presentes en los juegos.
Así como los inversores deberían ser más comprensivos con los plazos de desarrollo de los juegos. Con esto, los desarrolladores podrían llegar a tomar decisiones que sean en beneficio de los jugadores y sus empleados.
Y los desarrolladores deberían ser más transparentes sobre el estado de desarrollo de sus juegos. Lo que podría dar una expectativa más realista a los jugadores y tener una mejor idea de lo que pueden esperar del juego.
Al final esta tendencia no desaparecerá mientras existan jugadores que sigan comprando los juegos, aun sabiendo que viene con errores o está incompleto, ya que los desarrolladores e inversionistas, seguirán recibiendo ganancias por un producto que ni siquiera fue terminado. El compromiso de la empresa es tratar de arreglar el problema para mantener su credibilidad intacta de cara al futuro.
Los videojuegos incompletos y con errores son un problema cada vez más común en la industria del videojuego. Este problema tiene una serie de consecuencias negativas, tanto para los jugadores como para la industria. Es importante que los desarrolladores, los inversores y los jugadores trabajen juntos para encontrar soluciones que ayuden a reducir este problema.