Un streamer chino de 19 años murió el 10 de noviembre después de transmitir en vivo durante 45 horas en cinco días. La causa de la muerte no fue revelada, pero se sospecha que fue el agotamiento extremo.
El joven, identificado como Li, trabajaba para una empresa de creación de contenido que le exigía transmitir en vivo durante 240 horas en 26 días. Además, Li también tenía que completar tareas escolares durante ese tiempo, según el reporte del China Daily.
La muerte de Li ha generado preocupación sobre los riesgos de la transmisión excesiva. Los streamers a menudo se sienten presionados a transmitir durante períodos prolongados para atraer espectadores y ganar dinero. Esto puede conducir a problemas de salud física y mental, como agotamiento, ansiedad y depresión.
En el caso de Li, es posible que su cuerpo no haya tenido tiempo de adaptarse al cambio en su horario de sueño. Además, permanecer sentado durante períodos prolongados puede dañar los vasos sanguíneos de las piernas y aumentar el riesgo de coágulos sanguíneos.
La empresa que empleaba a Li ha negado cualquier responsabilidad por su muerte. Sin embargo, la familia del joven ha presentado una demanda contra la empresa.
La muerte de Li es un recordatorio de que la transmisión excesiva puede ser peligrosa. Los streamers deben ser conscientes de los riesgos y tomar medidas para proteger su salud.