Michael Pick, también conocido como The Casual Engineer, se inspiró en los propios intentos de Microsoft de convertir la Xbox Series X en un refrigerador; pero luego se sintió igualmente frustrado porque la consola novedosa más grande ya no funcionaba como una consola.
Así que se propuso hacer algo aún más grande y, esta vez, construir algo que siguiera siendo una consola de videojuegos funcional. El resultado es una enorme Xbox Series X que mide más de 2 m (6’5″) de alto y 1 m (3′) de ancho.
Aunque esto requirió menos brujería de hardware que encoger una PS5 en una caja de solo una pulgada de ancho; todavía hay un impresionante nivel de artesanía y detalle que se ha invertido en esta construcción.
En primer lugar, funciona, puedes conectarlo a un televisor y reproducir Halo en él sin preocupaciones.
Pero Pick también se tomó la molestia de desarrollar los detalles de la consola, como construir réplicas de todos los puertos y etiquetas correctos para colocarlos en la parte posterior de la consola, que se ven muy bien en su tamaño ampliado.
Y si has llegado hasta aquí sin verlo todo y te preguntas qué pasa ahora con una unidad tan absoluta, la buena noticia es que ha sido donada a una YMCA en Atlanta para que los niños puedan jugar en una consola de esta magnitud.
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