La decisión de Ubisoft de desconectar los servidores de The Crew en marzo de 2024 ha generado una gran polémica y ha llevado a dos jugadores a presentar una demanda colectiva. Estos jugadores argumentan que, al comprar el juego, adquirieron un producto que ahora es prácticamente inútil debido a la decisión de la compañía.
La demanda compara la situación con la de comprar una máquina de pinball y que, años después, el fabricante retire todas las piezas internas, dejando el juego inutilizable. Los demandantes sostienen que no estaban al tanto de que al comprar un videojuego solo adquirían una licencia y no la propiedad del producto en sí.
Los abogados de los demandantes buscan que la demanda se extienda a todos los jugadores afectados por esta práctica, y solicitan una compensación económica. Por su parte, Ubisoft ha justificado su decisión alegando limitaciones técnicas y de licencias. Sin embargo, esta respuesta no ha logrado aplacar el descontento de los jugadores.
Este caso ha puesto en el centro del debate la cuestión de los derechos de los consumidores en el ámbito de los videojuegos. La campaña «Stop Killing Games» ha surgido como respuesta a este tipo de prácticas, buscando garantizar que los jugadores puedan seguir disfrutando de los juegos que han comprado, incluso después de que las compañías dejen de prestar soporte técnico.