Un grupo de jóvenes amigos estaban jugando y disfrutando un momento juntos, mientras esto sucedía, desde un carro se empeñaron en disparar y acabaron con la vida de 4 de ellos.
El crimen sucedió en Rio de Janeiro, Brasil, en la noche 22:00 horas de esa ciudad, en Belford Roxo, en un lugar donde la violencia es pan de cada día, todo paso a las afueras de la casa de uno de los competidores.
Los que murieron se alejaron del grupo para ir a comprar algo de comer mientras jugaban, cuando de pronto unos desconocidos desde un vehículo les dispararon y al final todo acabó en tragedia.
Dos adolescentes, Ezequiel Cavalcante, de 14 años, y Diego de Vasconcelos, de 13 años, murieron en el lugar del crimen, otro de ellos un hombre llamado Iago Gomes de Paula, de 25 años, murió poco después al ser alcanzado por los homicidas en una calle próxima. La última de las víctimas, identificada como André Felipe Ferreira de Almeida, de 21 años, murió en la mañana del día siguiente víctima de las heridas de bala que sufrió en el hospital público Adao Pereira Nunes, en donde también fue ingresado otro adolescente que quedó herido en el ataque y cuyo estado de salud fue considerado como estable.
El crimen múltiple fue el primero de ese tipo este año en Río de Janeiro, ciudad que vive una escalada de violencia desde que organizó los Juegos Olímpicos de agosto de 2016.
El aumento de la criminalidad en la ciudad más emblemática de Brasil obligó al presidente Michel Temer a enviar a la ciudad 10.000 miembros de las Fuerzas Armadas para que refuercen la seguridad hasta finales de 2018.
