La plataforma Itch.io, conocida por ser un mercado abierto para creadores independientes, ha generado controversia al eliminar repentinamente todo el contenido NSFW de sus búsquedas y navegación general.
Según un comunicado oficial, la medida fue una respuesta a la «presión crítica» de sus procesadores de pago, quienes amenazaron con retirar sus servicios si no se eliminaba cierto material. Esta situación refleja lo ocurrido recientemente con Steam, que también ajustó sus políticas por exigencias de bancos y redes de tarjetas de crédito.
A diferencia de Valve, Itch.io actuó de manera inmediata y sin notificar previamente a los creadores, argumentando que «la situación se desarrolló rápidamente» y requirió una acción urgente. Los juegos afectados fueron retirados de la venta, y ahora la plataforma realizará una auditoría exhaustiva para alinearse con las políticas de los procesadores de pago. Como parte de este proceso, se implementarán nuevas medidas de cumplimiento que obligarán a los creadores a verificar que su contenido cumpla con estas normativas, lo que podría derivar en la eliminación permanente de algunos proyectos.
El comunicado deja claro que la censura no proviene de Itch.io ni de Steam, sino de grandes corporaciones financieras que controlan los sistemas de pago. Esto ha generado preocupación sobre la creciente influencia de estas entidades en la libertad creativa de los desarrolladores independientes, especialmente aquellos que exploran temáticas adultas o controvertidas.
La comunidad indie ha expresado su frustración ante lo que perciben como un ataque a la diversidad y la expresión artística. Muchos señalan que, al ser Itch.io una plataforma más pequeña que Steam, tiene menos capacidad para resistirse a estas demandas. Mientras la auditoría sigue su curso, los creadores afectados se enfrentan a un futuro incierto, con proyectos potencialmente arruinados por regulaciones ajenas a su control.
Este episodio reabre el debate sobre quién debería regular el contenido en los espacios digitales y cómo proteger la independencia creativa en un ecosistema dominado por intereses financieros.