The Thing: Remastered Review

En la dorada era de los 2000, para la generación de esos años tuvimos varios juegos que pasaron desapercibidos. Uno de esos casos es The Thing, videojuego basado en la aclamada película de John Carpenter que recibió críticas generalmente favorables. Sin embargo, pocos se fijaron en él e inmediatamente se convirtió en un juego de culto. Ahora, como todo juego de culto que merece una segunda oportunidad, Nightdive Studios nos trae The Thing: Remastered.

El juego en sí, tenía sus matices, pero las sensaciones que dejó fue de que los desarrolladores originales, Computer Artworks encaminaron el proyecto en la dirección adecuada. Sin embargo, al margen del trabajo gráfico (que lo coloca más bien como un port), se agregaron algunas novedades jugables que vale la pena destacar.

Una secuela What if…

El juego se coloca como una secuela directa de la película de 1982, en la que dos grupos de soldados de las Fuerzas Especiales de EE. UU., realizan una misión el Puesto de Avanzada 31 en la Antártida, donde tuvieron lugar los horripilantes sucesos. Encarnamos al Capitán J. F. Blake, el líder del Equipo Bravo, quienes investigan una de las instalaciones científicas, mientras que el Equipo Alfa, fue asignado a otra instalación y no se sabe nada de ellos.

Argumentalmente, el juego asume que hemos visto la película y lo que nos pone en contexto son los documentos que encontramos, a veces con información vaga del asunto. Pero se mantiene la tensión narrativa de no saber quien es humano y quien es la criatura disfrazada. De hecho, el título hace que no nos encariñemos con los personajes secundarios o que desconfiemos de cualquier NPC. También, visitaremos localizaciones icónicas que vimos en la película, como esa estancia de descanso con mesa de villar incluida

No confíes en nadie

El juego es en tercera persona con cámara detrás del hombro, a la que se le agregó una mirilla al HUD para este remaster. Tiene toques de gestión de escuadrón, con hasta otros tres acompañantes que se especializan en diferentes áreas como Ingeniero, Médico y Soldado. Además, debemos lidiar con el frío de la zona, ya que pasar mucho tiempo a la intemperie nos provocará un shock hipotérmico, sin embargo, pocas veces el frío supone una amenaza real. También, debemos estar pendientes de su nivel de tensión psicológica y salud.

Aquí hay algo interesante, porque, aunque el juego es indulgente con los pertrechos y objetos consumibles, lidiar con un compañero afectado, puede ser peligroso para nuestras partidas. Los compañeros tienen tres niveles de confianza: Normal, Desconfiado y Hostil. Esto afecta su capacidad para seguir órdenes, siendo que si desconfían de nosotros, no acatarán las mismas y si son hostiles, nos dispararán. También, es posible que algún compañero esté infectado y no lo sepamos, ya que incluso nos ayudarán con otras criaturas. Es una genial mecánica que nos mantiene tensos y en constante vigilia, y compensa la falta de terror de la que carece el juego.

Sin embargo, la IA de los compañeros tiene una de cal y otra de arena, ya que en combate son muy eficaces pero también puede ser errática. Constantemente se meten en nuestra línea de tiro y recibirán daño de nuestra parte, lo que afecta su nivel de confianza. También está el tema de la salud mental del equipo, siendo que los compañeros se alteran si ven escena horríficas y entran en estado de pánico. Sin embargo, a veces pierden la cabeza sin razón aparente y esto afecta la jugabilidad.

El juego ofrece una variedad de armas para derrotar a las criaturas que nos encontremos: pistolas, metralletas, granadas y lanzallamas. Como dije, a veces la munición y botiquines no escasean y casi siempre tendremos para hacer frente a las situaciones. Los enemigos se dividen en tres categorías: los Scuttlers, pequeños y atacan en grupo; Caminantes, más grandes y se pueden regenerar si no los eliminamos con fuego; y los jefes que requieren una estrategia específica para eliminarlos. Este es uno de los puntos flojos, ya que la variedad de enemigos es escasa y siempre tendremos las mismas situaciones.

Ya en el plano de nuevo contenido, el juego más allá del trabajo gráfico en el que se aumenta la resolución a 4K, una mayor tasa de frames, y ajuste del aspect ratio de la pantalla a 16:9, el juego no ofrece mejoras sustanciales. Mantiene casi las mismas texturas de hace 22 años, haciendo que se sienta más un port que un remaster. Se añadieron nuevas secuencias que homenajean la película original, y alguna que otra criatura nueva que eliminar.

Veredicto

The Thing: Remastered recupera un clásico de culto que, aunque notable en su tiempo, no alcanza su máximo potencial en esta nueva versión. Su ambientación tensa y mecánicas de desconfianza entre compañeros siguen siendo sus puntos fuertes, brindando una experiencia única de gestión de escuadrón y paranoia. Sin embargo, problemas como una IA inconsistente, una limitada variedad de enemigos, y la falta de mejoras significativas en lo gráfico y técnico hacen que este remaster se sienta más como un port que como una versión renovada. Sin embargo, sigue siendo na opción interesante para quienes disfrutaron del original o son fanáticos de la película.

Nota: Este review fue realizado en PS5 y el código fue cedido gracias a Nightdive Studios.

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SUMARIO

The Thing: Remastered más que una actualización, parece un port que apenas agrega algo que destacar. Sin embargo, sigue siendo un juego que pondrá nuestra tensión al límite al no saber con quien o qué colaboramos, por sus mecánicas adelantadas a su tiempo. Quizá un mejor apartado visual y pulimiento de mecánicas hubieran quedado genial.

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