The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered Review

Y como no podía ser de otra forma, a pesar de la filtración, y la posterior negación de Bethesda de que no habría un inminente lanzamiento de The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered, al final terminó sucediendo para el beneplácito de algunos y decepción de otros. Con un lavado de cara actualizado que supuestamente borra de porrazo el horrible apartado gráfico que tuvo en su momento, una serie de mejoras en la calidad de vida y una que otra en la jugabilidad, sigue siendo el mismo juego de 2006, solo que más bonito.

Se abrieron las puertas del infierno

No voy a negar que si algo tiene de admirar la gente de Bethesda es como construye sus mundos, y en The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered, se conectó de manera magistral lo visto en la tercera entrega. Aunque los acontecimientos suceden varios años después de Morrowind, las repercusiones todavía se sienten. Iniciamos como es costumbre en la franquicia, encarnando a un prisionero que se encuentra en una de las mazmorras de Cyrodiil, la capital del imperio por un crimen que no se aclara.

Más adelante, recibimos la visita del mismísimo Emperador Uriel Septim VII, quien está escapando de asesinos enviados por El Amanecer Mítico, un grupo de seguidores de Mehrunes Dagon, que desean abrir las puertas de Oblivion, un reino astral muy parecido al infierno para que se desate el caos en Cyrodiil. Tras una serie de acontecimientos que no revelaré, escapamos de prisión y se nos encomienda una importante misión para salvar la nación del  Príncipe Daedra de la Destrucción, el mencionado Mehrunes Dagon.

Sin embargo, esto es solo su premisa inicial. No es necesario seguir la historia principal para disfrutar de buenas tramas. A cada paso, es posible que nos encontremos con un personaje que nos cuente su propia historia y esto lleve a misiones secundarias tan profundas como una principal. Pero, hasta aquí las virtudes de este remaster.

Muy bonito pero es el mismo juego del 2006

Básicamente, se dejó la jugabilidad casi tal cual la conocemos los que probamos el juego en su lanzamiento original. Bethesda ha dicho que se hizo así para que los jugadores tuvieran las mismas sensaciones del 2006, sin embargo, eso funcionó y gustó en su momento. Hoy día se siente una jugabilidad tosca, y en ciertos casos, repetitiva. El sistema de misiones se mantiene igual que los juegos de los últimos 20 años de la compañía, por lo que no habrá nada nuevo.

Iniciamos eligiendo nuestra raza, teniendo algunos cambios como que el sexo del personaje no influye en las estadísticas iniciales y la nueva opción llamada Orígenes que modifica ciertas estadísticas, pero que a todas luces, no suponen un cambio significativo. Sí, se han ajustado algunos elementos pero en el fondo, sigue siendo la misma jugabilidad rudimentaria. Se ajustaron temas como la interfaz de usuario con ajustes adaptados a tiempos modernos.

En los combates, los golpes apenas siguen sin dar la sensación de contundencia a pesar de tener nuevas animaciones. Ni que decir de las magias, que en los primeros niveles son un mero accesorio que apenas hacen daño, y en niveles altos requieren una ingente cantidad de magia. Se entiende que no es un remake pero, la jugabilidad se siente desactualizada para los estándares de hoy día. Eso sí, se agregó la mecánica de esprintar.

En su mayoría casi todo fue heredado, incluyendo algunos bugs muy famosos, e incluso, algunos glitches nuevos que pueden romper la experiencia. Se mantiene el engorroso sistema de subida de nivel en la que no solo subiremos de nivel nosotros, sino también los enemigos. Pero además, las estadísticas individuales se deben ir subiendo parejo, porque si no sabemos lo que estamos haciendo, tendremos un personaje con alto nivel pero muy débil.

Nuevos gráficos, viejos problemas

El sistema de sombras confundido

A pesar del apartado gráfico, que a todas luces le hacía falta; como ya he dicho, se han heredado algunos problemas. Empezaré con lo bueno: se ajustaron los horribles modelos de personajes de la versión original, viéndose más realista, casi al nivel de Starfield. Mejoras en la iluminación y ajustes de texturas, que ahora se notan mucho mejor lo que quieren representar. Sin embargo, a pesar de que el juego corre en Unreal Engine, este solo se monta por encima del motor de físicas viejo, lo que trae como consecuencia que muchos de los bugs conocidos, tengan lugar aquí, además de tartamudeo en algunas zonas.

Por poner un ejemplo, en un misión en que debía proteger una granja de tres oleadas de duendes, por alguna razón las oleadas vinieron juntas y había tantos enemigos en pantalla que además de ralentizar el juego a menos de 10fps, me sacó de la partida. En cuanto al apartado sonoro, tenemos los mismos temas de corte épico y medieval que conocemos. Y para los diálogos, se agregaron nuevas líneas entre conversaciones de personajes, aunque esto cambia más bien poco. Se prescindió de algunos idiomas a excepción del inglés y las voces son de los mismos actores que se escuchan la misma persona cada dos esquinas.

Veredicto

Sí, The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered es un regreso a uno de los títulos más emblemáticos de Bethesda que viene con un nuevo lavado de cara y otros ajustes, pero que desafortunadamente se ancla al pasado. La trama sigue siendo uno de sus puntos fuertes, con una historia rica en lore, que nos hace sentir que estamos en un mundo paralelo muy rico. Sin embargo, bajo esa nueva capa gráfica sigue existiendo el mismo sistema jugable de 2006, aunque con algunas mejoras, trae mecánicas envejecidas, combate tosco y una progresión que hoy resulta confusa y arcaica. Viene con errores técnicos, algunos heredados del pasado y otros completamente nuevos, que empañan la experiencia, como  tartamudeo y bajones de frames graves, lo que puede afectar al rendimiento y la estabilidad del juego.

Nota: Este review fue realizado en Xbox Series X.

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SUMARIO

The Elder Scrolls IV: Oblivion Remastered no es más que un lavado de cara por encima del juego que ya vimos en 2006. Apenas se agregaron mejoras que valgan la pena y posee los mismos problemas de bugs del lanzamiento original, junto con algunos nuevos que rompen partidas.

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