¿Qué hace un monarca ideal? ¿Es alguien sabio y diplomático? ¿Un patrón de las artes con visión de futuro o un defensor incondicional del reino? Pocos cumplen con ese estándar, pero se puede contar a Tamar, gobernante de Georgia en el apogeo de su edad de oro, entre ellos.
Nacido alrededor de 1160 (las fechas de su nacimiento varían) con el Rey Jorge III y la Reina Burdukhan, Tamar se enfrentaría a una pelea temprana para mantener su corona. Los nobles de la corte preferían que su primo, el príncipe Demna, fuera el siguiente en la sucesión y cuando ella tenía 17 años, estalló una rebelión menor. Esos nobles fueron aplastados sumariamente por el rey Jorge III.
Tamar fue proclamada heredera y cogobernada por su padre poco después de la rebelión. Cuando George III murió en 1184, Tamar asumió el trono de una Georgia fracturada. Se necesitaban compromisos y Tamar fue presionada para aceptar la elección de los nobles para su marido: el príncipe Rus Yuri.
Los dos se casaron en 1185, pero el matrimonio no duró. Yuri condujo a las fuerzas georgianas a la victoria en la batalla, pero era una persona tosca y desagradable, causando todo tipo de problemas para la corte real. Entonces ella archivó para divorciarse de él por motivos de embriaguez e inmoralidad. Esto era monumental teniendo en cuenta la época: ¿el monarca de una nación fervientemente cristiana, divorciarse de su marido y luego recibir permiso para volver a casarse de la iglesia? Eso simplemente no sucedió en ese entonces.
Cuando Tamar dejó Yuri, Georgia vio la mayor expansión de su dominio comenzar. Los georgianos lucharon contra los sultanatos musulmanes vecinos, ayudados por generales excepcionales (incluido el nuevo rey consorte, David Soslan) y los conquistaron. Los reinos cercanos se convirtieron en vasallos y protectorados. Los nobles georgianos dejaron de maquinar y comenzaron a unirse a sus estandartes. Los georgianos incluso fundaron el Imperio de Trebisonda, inyectándose en los poderes del Medio Oriente.
Tamar se convirtió en el objetivo frecuente de las propuestas de matrimonio después de Yuri. Después de todo, ella era una reina elegible de un reino próspero. Una historia cuenta cómo el Sultán de Rum le declaró la guerra a Georgia, declarando que tendría a Tamar “como una novia musulmana o una concubina cristiana”. El diplomático enviado para entregar este mensaje fue golpeado sumariamente por un cortesano georgiano.
Se dice que Tamar, siempre piadosa, rezó en la ciudad de la cueva y el monasterio de Vardzia, y luego se dirigió a sus tropas desde los escalones de la iglesia. Inspirados por su piedad, los georgianos aplastaron a las fuerzas del sultán.
Tamar también fue una gran protectora de las artes. Estimuló el comercio y el comercio, y acuñó monedas con su monograma y sus títulos. Las leyes fueron codificadas. Se construyeron iglesias y catedrales. La cultura georgiana se desarrolló como una fuerte y animada mezcla de cristianismo bizantino e ideas de inspiración persa.
Se dice que Tamar murió en 1213, pero su tumba sigue siendo un misterio. Algunos dicen que fue enterrada en un monasterio, para evitar la profanación. Otros afirman que sus restos fueron escondidos en Tierra Santa, para ser enterrados cerca del Santo Sepulcro.
Ella llegó al poder en un reino dividido, y lo dejó más grande, más poderoso y seguro de su identidad cultural. Ella es canonizada como una santa en la fe ortodoxa oriental, y un símbolo nacional para los georgianos, incluso hoy en día.
Tamar es uno de los nueve nuevos líderes que vendrán con Civilization VI: Rise and Fall cuando la expansión se publique el 8 de febrero de 2018.
