La subida de precio de Game Pass Ultimate no cayó bien entre los jugadores, pero dentro de Activision hay otra lectura. Según el filtrador GhostofHope, varios desarrolladores de Call of Duty ven el aumento como una victoria interna.
“Financieramente, esto será un beneficio para ellos como individuos”, comentó. Más ingresos significan más control creativo, más posibilidades de recibir bonos y más presión por crear juegos que vendan.
El precio pasó de $19.99 a $29.99 al mes, y aunque la comunidad reaccionó con cancelaciones y quejas, los estudios que lanzan sus títulos directamente en Game Pass, como los de Black Ops 7, ven una oportunidad. “La vibra en Activision es bastante positiva ahora”, dijo GhostofHope. Hace unos meses, el ambiente era tenso. Hoy, con el nuevo modelo, hay más optimismo.
Pero el cambio también implica riesgo. Los desarrolladores saben que ahora dependen más que nunca del rendimiento comercial de sus juegos. El sistema de bonificaciones está ligado a las ventas, y el nuevo precio obliga a justificar cada dólar con calidad y éxito.
Mientras los jugadores se preguntan si Game Pass sigue valiendo la pena, los estudios celebran el nuevo escenario como una chance de autonomía. Hay que recordar que en esta industria, cuando el precio sube, no solo cambia el modelo, cambia la presión.
