El creador de Minecraft, Markus Persson, conocido como Notch, generó polémica hoy, 9 de julio de 2025, tras responder en X a las críticas de Thorsten “Pirate Software” sobre la campaña Stop Killing Games.
Esta iniciativa busca que las empresas de videojuegos garanticen acceso perpetuo a títulos comprados, tras casos como el cierre de The Crew por Ubisoft. Notch escribió: “Si comprar un juego no es una compra, entonces piratearlos no es robo”, desafiando la postura de Pirate Software, quien defiende los derechos de los consumidores.
Just verifying that yes, that is what I was talking about.
If buying a game is not a purchase, then pirating them is not theft.
— notch (@notch) July 7, 2025
La campaña Stop Killing Games ha ganado tracción tras superar el millón de firmas, denunciando que juegos como The Crew y Gotham Knights quedan inaccesibles tras perder soporte online. Pirate Software criticó a las empresas por estas prácticas, pero Notch sugirió que los jugadores podrían justificar la piratería si los juegos no garantizan propiedad total. Su comentario desató debates en la comunidad, con algunos apoyándolo y otros acusándolo de minimizar los derechos de los desarrolladores.
El debate se intensifica en un contexto donde la industria enfrenta presión por aranceles y costos de desarrollo. Notch, que vendió Minecraft a Microsoft por 2,500 millones de dólares en 2014, rara vez interviene en controversias actuales, lo que hace su opinión más llamativa. Fans en redes sociales discuten si su postura refleja un cambio personal o una crítica al modelo moderno de juegos como servicio.
Minecraft creator Notch responded to Pirate Software’s disapproval of the Stop Killing Games campaign
«If buying a game is not a purchase, then pirating them is not theft» pic.twitter.com/iVzAWSsFPK
— Dexerto (@Dexerto) July 9, 2025
Analistas creen que este intercambio podría influir en las políticas de preservación. Mientras, Microsoft y otras empresas observan, ya que el caso de Minecraft, aún activo tras 15 años, contrasta con cierres recientes. La discusión sigue abierta, con gamers exigiendo claridad sobre la propiedad digital.