El repentino cierre de Concord, el videojuego de disparos de Sony, ha trascendido el ámbito del entretenimiento para convertirse en un caso de estudio en el parlamento británico. La Cámara de los Comunes ha debatido la necesidad de mejorar las protecciones al consumidor y la preservación de videojuegos.
En este foro, el destino de Concord se citó como un ejemplo emblemático de los riesgos que enfrentan los jugadores con los títulos online.
Durante el debate, un miembro del parlamento destacó el caso específico. «Tras un lanzamiento decepcionante, Sony tomó la decisión comercial de cerrarlo», explicó. «A su favor, reembolsaron todas las compras, pero este no es siempre el caso». El legislador subrayó que, cuando los editores no clarifican la vida útil de un juego al momento de la venta, deben ser responsables. Apuntó a la nueva Ley de Mercados Digitales, Competencia y Consumidores de 2024 como un avance crucial.
El diputado Ben Goldsborough, quien lideró la discusión, argumentó a favor de ampliar los derechos de los consumidores de juegos «live service». Goldsborough enfatizó la profunda inversión personal de los jugadores. «Invierten más que dinero. Invierten tiempo, esfuerzo, imaginación y amistad. Cuando un juego se cierra sin aviso, esa inversión se pierde», declaró. También abogó por proteger el legado cultural del sector.
🧭 CONTEXT: Concord’s sudden shutdown was cited in UK House of Commons debates to argue for stronger video game consumer protections and preservation. (via @eurogamer).
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— CtrlAltDeals (@CtrlAltDeals) November 3, 2025
No todas las posturas en el debate fueron unánimes, algunos parlamentarios plantearon objeciones prácticas sobre quién debería responsabilizarse del soporte online cuando una empresa abandona un producto, frente a esto, se esgrimió el principio de «justicia natural»: si alguien paga por un producto, debería poder usarlo indefinidamente. La sombra de Concord evidencia una lucha global por la propiedad digital.