Valve ha retirado un mod de Mount & Blade: Warband de Steam a pedido del gobierno de Corea del Sur, marcando un cambio en su habitual política de moderación. El mod, llamado Gwangju Running Man, reinterpretaba el levantamiento de Gwangju de 1980, un movimiento estudiantil pro-democracia reprimido violentamente por el régimen militar de Chun Doo-hwan.
Según reportes, el mod presentaba a los manifestantes como criminales armados, justificando los actos del gobierno que dejaron hasta 2,300 muertos. Esta acción ocurrió el 12 de junio de 2025 tras una solicitud del Comité de Clasificación y Administración de Juegos de Corea del Sur (GRAC).
El GRAC inicialmente bloqueó el mod solo en Corea del Sur, pero luego pidió su eliminación global, alegando que distorsionaba hechos históricos y causaba daño público. Valve, conocida por su enfoque laxo en la moderación, accedió por primera vez a una demanda extranjera sin que el contenido violara sus términos de servicio. Esto ha generado debate, ya que la empresa suele intervenir solo por razones legales o presión masiva, como en casos de juegos como Active Shooter o Fursan al-Aqsa, retirados por contenido ilegal o abuso del desarrollador.
La decisión ha dividido opiniones. Algunos aplauden que Valve respete la sensibilidad histórica de Corea del Sur, donde el levantamiento es un símbolo de lucha democrática. Otros critican que ceder ante un gobierno abra la puerta a futuras intervenciones, especialmente de regímenes menos democráticos. En redes sociales, usuarios sugieren que el mod pudo reflejar posturas de la ultraderecha local, aunque su origen sigue sin aclararse.
Valve has stepped in and banned an offensive mod for rewriting historical facts regarding a brutal event in South Korea’s history. https://t.co/8EW275cPg0
— TheGamer (@thegamerwebsite) July 4, 2025
Este caso podría sentar un precedente para Steam, una plataforma con millones de usuarios. Con la influencia global de Valve, la colaboración con gobiernos podría aumentar, afectando la libertad creativa de los modders. Mientras tanto, la comunidad espera que la empresa defina límites claros para evitar que decisiones externas dominen su contenido en el futuro.