El tribunal penal de Bobigny dictó sentencia el 2 de julio contra tres antiguos directivos de Ubisoft, marcando un hito en la industria de los videojuegos. Tommy François, Serge Hascoët y Guillaume Patrux fueron declarados culpables de acoso moral, acoso sexual y, en el caso de François, intento de agresión sexual, según informó Libération.
Las condenas, aunque suspendidas, reflejan la gravedad de los hechos. François, exvicepresidente del departamento editorial, recibió la pena más severa: tres años de prisión suspendidos y una multa de 30.000 euros. Hascoët, antiguo director creativo, fue sentenciado a 18 meses suspendidos con 45.000 euros de multa, mientras que Patrux, exdirector de juegos, obtuvo 12 meses suspendidos y 10.000 euros de multa por su comportamiento violento e intimidatorio.
El caso expuso la cultura tóxica dentro de la compañía, caracterizada por bromas sexistas, humillaciones y conductas vulgares hacia empleados, particularmente mujeres. Los testimonios describieron un ambiente de trabajo similar a un «club de hombres», donde el acoso era sistemáticamente normalizado.
Aunque las sentencias suspendidas evitan la cárcel inmediata, los condenados enfrentarán penas efectivas si reinciden. El veredicto no solo cierra un capítulo oscuro para Ubisoft, sino que envía un mensaje contundente sobre la tolerancia cero hacia el acoso en la industria tecnológica.
La resolución llega tras años de denuncias y un proceso judicial que comenzó el 2 de junio, destacando la importancia de responsabilizar a los altos cargos por fomentar entornos laborales abusivos.