Un trágico incidente ha conmocionado a la comunidad de streamers en Japón y en todo el mundo. Ai Mogami, una streamer japonesa, fue víctima de un ataque con arma blanca mientras transmitía en vivo desde las calles de Shinjuku, Tokio. El ataque, que ocurrió el 11 de marzo, fue presenciado por miles de espectadores en la plataforma WhoWatch, dejando a la comunidad en estado de shock y profunda preocupación.
El ataque se desarrolló de manera repentina y violenta. Mogami, que caminaba por la calle mientras transmitía, comenzó a gritar desesperadamente durante más de un minuto. Segundos después, un hombre ensangrentado y armado con un cuchillo apareció en la pantalla, profiriendo la escalofriante pregunta: «¿Ya estás muerta?». La transmisión continuó, capturando los sonidos de las sirenas de emergencia mientras los espectadores, angustiados, intentaban comprender la gravedad de la situación.
Jiji press is reporting that a female voice actress was stabbed while livestreaming near Takadanobaba station in Tokyo. A middle-aged man has been arrested for attempted murder. pic.twitter.com/pPTdbVM7qn
— Jeffrey J. Hall 🇯🇵🇺🇸 (@mrjeffu) March 11, 2025
Las investigaciones policiales apuntan a que el agresor podría ser un espectador que había realizado donaciones a las transmisiones de Mogami. Según informes, el sospechoso declaró a la policía que «quería que le devolvieran su dinero», lo que sugiere un posible conflicto relacionado con transacciones financieras. El hombre, que afirmó conocer a la víctima, fue detenido en el lugar del ataque.
Lamentablemente, las heridas sufridas por Mogami, que incluían lesiones en la cabeza, el cuello y el abdomen, resultaron fatales. Fue encontrada inconsciente y, a pesar de los esfuerzos de los servicios de emergencia, fue declarada muerta en el hospital. El sospechoso, un hombre de unos 40 años, ha declarado que «no tenía la intención de matarla«.
Las autoridades están llevando a cabo una investigación exhaustiva, revisando los últimos momentos de la transmisión en busca de pistas y analizando las pruebas disponibles. El testimonio de un testigo presencial, que escuchó los gritos de auxilio de la víctima, también está siendo considerado. Este trágico suceso ha puesto de manifiesto los peligros a los que se enfrentan los streamers en la era digital y ha generado un debate sobre la seguridad y la responsabilidad en las plataformas de transmisión en vivo.